«Hasta en un año tan seco hay que prepararse para una riada»

A.B. / Miranda
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La Confederación Hidrográfica del Ebro presenta en Miranda el Plan de Gestión de Riesgo de Inundación y advierte de que la ciudad no debe confiarse porque «siempre es posible» que sufra una crecida de las que se dan «cada 500 años»

El Ebro, desbordado a su paso por Miranda en diciembre de 2021. - Foto: Valdivielso

El sol ha brillado con fuerza, el mercurio se ha disparado dentro del termómetro y las gotas de lluvia han tenido muy poca presencia en Miranda este año. Al mismo tiempo, a lo largo del presente ejercicio, los ríos que bañan a la ciudad, el Bayas, el Zadorra y el Ebro, apenas han experimentado crecidas, salvo una de carácter muy leve a finales de enero. Sin embargo, el municipio del norte de Burgos no puede confiarse, ya que sigue expuesto a posibles inundaciones como las que en cursos anteriores han generado daños.  

Al menos, así lo explican desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). La jefa de Hidrología, María Luisa Moreno, aclara que «no tiene nada que ver que sea una temporada seca para que pueda ocurrir una crecida, son fenómenos independientes». Es más, recuerda que en 2021, cuando se dio una notable inundación en Miranda, «también veníamos de una sequía», por lo que recalca que «hasta en un año tan seco como este tenemos que estar preparados para que llegue una riada». Según dice, podría darse un aumento del caudal después de que caiga «la mundial» y generar «una inundación de las que estadísticamente ocurren cada 500 años». 

Moreno insiste en que «siempre es posible» porque este tipo de sucesos «son aleatorios». De hecho, su compañero, Guillermo Cobos, el jefe de Asistencia Técnica de la CHE, apunta que «ya ha habido muchos eventos extremos este año en España». Eso sí, al mismo tiempo lanza un mensaje un poco más tranquilizador, dado que «tampoco porque haya pasado poca agua por el Ebro durante una temporada tiene que llegar un evento así».

En cualquier caso, Miranda, y el resto de cuencas del río que da apellido a la ciudad, deben vigilar sus aguas. Y lo hacen, sobre todo, teniendo en cuenta las medidas que recomienda el Plan de Gestión de Riesgo de Inundación que presentó este lunes la Confederación en el Centro Cívico Raimundo Porres, con la participación del concejal de Urbanismo, Guillermo Ubieto.

Sobre ese documento, Moreno comenta en conversación con este periódico que viene precedido por dos fases, en las que se analizan los datos históricos y se diseñan unos mapas de peligrosidad. Con esa información ya se configura el Plan, que busca «coordinar» a todos los entes competentes y recomienda las medidas necesarias. La directora de Hidrología relata que hay hasta cuatro tipos de actuaciones, que incluyen «la prevención, limitando los usos en zonas inundables», «la protección, con obras de defensa y algunas basadas en la naturaleza», «la preparación, que se da durante la crecida a partir de, por ejemplo, los sistemas de alerta» y «la recuperación, que es volver a la normalidad, y sirve para reconstruir y abrir un proceso de aprendizaje».

En el caso de Miranda, esas premisas se van aplicando. O al menos están en proceso. La Junta de Castilla y León prepara su actuación para colocar, entre otras cosas, muros fijos y paneles móviles con los que minimizar los daños provocados por las riadas. El jefe de Asistencia Técnica de la CHE, explica que ese proyecto nació tras la «última avenida» que azotó a la ciudad, a partir de la cual «se hizo un estudio con la posibilidad de proteger a la población». No obstante, aunque él mismo ha facilitado mucha información a la administración regional para su creación, aclara que aún «está en elaboración» y no se puede valorar.

Además, la predicción es otra de las claves con las que encarar de manera más adecuada las riadas. La CHE, como adelantó este periódico, tiene previsto mejorar este aspecto analizando y midiendo el deshielo de la nieve tanto para la zona del río Bayas como para la del Zadorra. No obstante, el proceso se está dilatando. Cobos explica que «no está implantado, está en la fase de ir incluyendo cuencas», a lo que su compañera añade que «para final de año ya se tendrá internamente, pero no se presentará hasta primavera».