Rosalía Santaolalla

Sin entrar en detalles

Rosalía Santaolalla


Esto pasará

03/06/2023

Antes de que se constituyan ayuntamientos, de que empiece otra -sin duda- apasionante campaña electoral, del Parral, de los Sampedros, de las vacaciones de verano y de cualquier otra cosa en la que puedan estar pensando, hay 1.700 almas en esta provincia con tres días en mente: los de la dichosa EBAU: las siglas que retumban en sus cabezas desde hace un año o más. Desde que los de mi época nos examinamos en la selectividad, ha cambiado el nombre de la prueba y de algunas asignaturas, la nota media puede ser más de un 10 y no hay tablón donde mirar las calificaciones, pero en esencia es igual: supongo que más de uno soñará que se olvida el DNI en casa y no llega al examen. Me gustaría poder decirles algo como lo que les cuenta el actor Tom Hanks en un programa a otros intérpretes, algunos más jóvenes: ojalá alguien me hubiera dicho, cuando me encontraba mal o cabreado, que esto pasará, y cuando me encontrara de maravilla, triunfante, que me recordara que esto también pasará. 

Poca broma: para muchos es vital conseguir una nota alta, incluso muy alta, para estudiar lo que quieren. Y dependiendo de a lo que se quieran dedicar, ni ser excelentes en lo suyo será suficiente para que puedan seguir ganándose la vida en comunidades como esta y otras, donde ni haber sido galardonado con un Nobel o similar te garantiza un contrato de investigador de más de un año, a tenor de la última convocatoria lanzada por la Junta de Castilla y León. Es curiosa la manera en la que quienes manejan dineros públicos y diseñan políticas que deberían ser a largo plazo tratan de parchear la falta de visión de futuro que han tenido durante años en áreas tan sensibles como la ciencia, la investigación y la educación. Algo tan vital para el desarrollo de un país, sometido a continuos cambios, sobre el que hace años se tendría que haber llegado a un gran consenso político y social. A los estudiantes que ya llevan estudiadas toneladas de temario, que han calculado hasta cuántas décimas les hacen falta para entrar en ese doble grado o quienes se presentan sin haber decidido nada sobre su futuro más cercano: suerte y buen verano.