Las bodegas se convirtieron hace unos cuantos años en el epicentro del día a día del pueblo. Almuerzos, meriendas y grandes reuniones las llenaban de vida. Cuando no se encontraba a alguien, allí estaba. Arenillas de Riopisuerga mira con nostalgia esas imágenes del pasado y por ello sus vecinos desean revitalizar la zona con una ruta musical y gastronómica por todos aquellos inmuebles que todavía se mantienen en pie. Una estupenda iniciativa para tratar de «enganchar» a la gente para que se anime a acudir con mayor frecuencia.

«Ahora sí que se han animado algunos grupos de gente joven a comprar las bodegas de sus abuelos y a arreglarlas», confiesa Silvia Ruiz, presidenta de la Asociación Cultural Henar, que aclara que principalmente las utilizan los jóvenes para acudir a comer y tomar algo allí los fines de semana. En unas cuantas sí se puede observar que han sido reformadas recientemente y presentan un aspecto que se asemeja al de los merenderos, mientras que en la parte inferior mantienen su espíritu bodeguero. Sin embargo, otras muchas no se han conservado y han acabado cayéndose por el paso del tiempo.

El pueblo considera que ha llegado el momento de dar el paso decisivo e impedir que estos característicos inmuebles se acaben perdiendo definitivamente. No se puede esperar más. De cara a San Isidro, el sábado 13 de mayo, se llevará a cabo una ruta para poner el foco en su importancia y ya se han apuntado hasta 14 bodegas. Desde la asociación se encargarán de poner la comida y de contratar la música para ir visitando cada una de ellas. «Casi todos en el pueblo tenemos merenderos y por eso ya no se sube tanto aquí», comenta Silvia, que reconoce que su familia continúa haciendo el vino allí y por esa razón en la parte inferior tienen colocadas las cubas. De hecho, para ese día festivo algunos pondrán su propio vino.

En la zona inferior de estas históricas construcciones se guarda el vino en cubas. - Foto: Alberto Rodrigo

En Arenillas cuentan con dos zonas de bodegas, las de La Loma -pegadas a la carretera- y las denominadas como de Portugal. Muchas personas del propio pueblo quizás no han tenido la oportunidad de visitar las bodegas de otros vecinos, por lo que esta cita se alza como una fantástica oportunidad para ello. Y ya se están adecentando para tenerlas a punto.

A Silvia le apasiona el mundo de la fotografía y ha recopilado muchas imágenes antiguas que le permiten trasladarse directamente al pasado. «Tengo fotos de hace 50 años con gente aquí sentada en el suelo comiendo», explica, mientras reconoce que la gente ya no se reúne allí a la hora del vermú. De hecho, recuerda que cuando era pequeña acudía más que en la actualidad. En unos cuantos pueblos de la comarca de Odra-Pisuerga aún se siguen empleando a diario y ellos quieren seguir ese ejemplo.

La Asociación Cultural Henar no se ha creado nueva, pero en la actualidad varios jóvenes del pueblo la han recuperado con el objetivo de poner en marcha diversas actividades y actos tradicionales. Así, en Navidad desarrollaron un taller de decoración con ruedas, la primera San Silvestre Arenillense, campanadas en la iglesia, el cotillón o la cabalgata. Y con la llegada de la Semana aprendieron a realizar torrijas y disfrutaron de una comida, excursión y juegos. Son dos de las últimas citas que han organizado, pero no paran y creen que cualquier oportunidad resulta perfecta para dinamizar el día a día.