La hostelería mirandesa aún añora las 'terrazas covid'

A.B. / Miranda
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El sector cree que «siguen siendo muy necesarias», sobre todo, por las altas temperaturas de este año

La hostelería percibe que, con las altas temperaturas, los clientes acuden más a los bares con terrazas amplias. - Foto: Luis López Araico

El Ayuntamiento de Miranda se negó a prorrogar por segunda vez la normativa que permitía a los establecimientos hosteleros la instalación de terrazas sobre los aparcamientos, de tal manera que desde el día 5 de enero del presente ejercicio la calzada ha quedado totalmente libre de mesas y sillas. En la actualidad, justo diez meses después de la retirada, el sector ya ha podido hacer un balance y, según dicen, no resulta ni mucho menos bueno. Al contrario, reconocen que el cambio ha supuesto un considerable «bajón» para los empresarios que no disponen de amplios espacios peatonales frente a sus negocios.

El presidente de la Asociación de Hosteleros Altamira, Pepe Rey, comenta que «con el tiempo que está haciendo y las altas temperaturas, se ha notado que esas terrazas siguen siendo muy necesarias, porque hay muchos bares que sin ellas no tienen la posibilidad de colocar nada y, por tanto, lo están notando». El representante del sector en la ciudad del Ebro explica que la caída ya se percibió en un primer momento, pero se ha ido manteniendo con fuerza a lo largo del resto de la temporada. Sobre ello, insiste en que el termómetro apenas ha dado respiros en 2023, de tal forma que «todos los bares que de normal no pueden tener mesas en la calle están notando que tienen un bajón» porque la gran mayoría de los clientes «tienden a irse a las terrazas de las zonas que tienen aceras más amplias o que están en calles peatonales».

Por todo ello, Rey aclara que no han dejado «el tema ahí parado» y en ningún momento han «tirado la toalla». Es más, el presidente de la asociación mirandesa anticipa que tienen pensado «seguir peleando por ello para ver si se puede conseguir algo». El primer paso que darán dentro de esa ruta marcada llegará con una nueva toma de contacto con el equipo de gobierno. El propio representante de los hosteleros adelanta que deben «hablarlo con el Ayuntamiento, porque se debe contemplar bien cómo pueden afectar los cambios de la ley que se pretende implantar» y añade a este respecto que «habrá que estar atentos» a fin de «entrar a negociar este asunto también».

Según describe el presidente de la Asociación de Hosteleros Altamira, la citada normativa «es una ley de ámbito nacional», pero «a nivel de Castilla y León el sector ya está teniendo algunas reuniones en Valladolid para intentar que se modifique la regulación lo menos posible». En este sentido, los propietarios de bares y restaurantes mirandeses depositan sus esperanzas en que las restricciones no vayan a más, pues supondría otro duro golpe a sus cajas registradoras. Ahora bien, Rey reconoce que, pese a sus deseos, son conscientes de que «cuando una decisión viene de arriba todo se vuelve mucho más complicado, y en este caso va a ser así».

Tampoco por parte del Ayuntamiento de Miranda, al margen de las normativas generales del país, parece que vayan a encontrar muchas facilidades para ampliar las terrazas y ocupar parte de los aparcamientos. Primero fue el concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo Gómez, quien explicó a este periódico que siempre están «abiertos al diálogo» pero «eso no quiere decir que se vaya a llegar a un acuerdo» porque «las medidas que se tomaron por los efectos de la pandemia tienen que finalizar». Un tiempo después, ya con las mesas y sillas retiradas, fue la propia alcaldesa, Aitana Hernando, quien insistió en que se trataba de «una medida covid» y, por tanto, era temporal.