Esta semana empieza el período de formación como Médicos Internos Residentes (MIR) de los 74 licenciados o graduados que han decidido especializarse en centros sanitarios de la provincia: 46 en el HUBU y 28 en centros de salud de la capital, de Aranda y también de Miranda.

En estas dos localidades, que solo pueden formar a médicos de familia, sobraron plazas: 9 en Miranda (que ofrecía 11) y 4 en Aranda (que sacaba 9). Así, Burgos cerró el proceso de adjudicación de plazas MIR con 13 vacantes, pero, aun así, consigue que este año comiencen su formación más especialistas que el año pasado, lo cual asegura que en 2027 también salgan al mercado más especialistas. Otra cosa es que, como se relata en la información adjunta arriba, luego decidan quedarse en Burgos o irse a otra provincia.

Que empiecen el MIR más médicos que en anteriores ediciones a pesar de las vacantes se debe a que la oferta de plazas de este año fue récord: 46 en el HUBU y 41 en Atención Primaria. El objetivo era conseguir que, aunque quedaran vacantes (en toda España han sobrado 131 para especializarse en Medicina Familiar y Comunitaria) el sistema forma a mayor número de médicos que en años previos.

Se trata de una medida algo tardía, ya que el déficit agudo de especialistas se está produciendo ahora, por mero relevo generacional: se están jubilando en masa quienes iniciaron su carrera en los años ochenta.

La adjudicación de plazas MIR es un proceso largo, en el que pueden participar los graduados en Medicina que aprobaron el examen homónimo en enero, con más de 12.000 aspirantes para 8.550 puestos. Quienes aprueban obtienen una puntuación que se utiliza para determinar el orden de los turnos de elección; cuanto más bajo sea el número obtenido, antes elige y más opciones tiene de poder conseguir una de las plazas más solicitadas. Este año, las de Dermatología y Cirugía Plástica.

En el caso del HUBU, que no tiene residentes en Dermatología, las primeras en agotarse fueron Plástica y Cardiología.