«El informe es claro en el uso desmedido e inapropiado»

Á.M.-A.R. / Burgos
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El alcalde no esquivó ninguna pregunta sobre el ‘caso factura’. - Foto: DB/Luis López Araico

Ni un solo acto público en el que pudiera ser abordado por el caso que ha centrado la atención ciudadana en las últimas semanas. Después de eso y de escuchar a Villanueva, el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, se ‘enfrentó’ ayer a los periodistas para explicar por qué decretó la retirada de Villanueva de todas sus responsabilidades y porque, «si no dimite hoy -por ayer», este viernes será expulsado del Grupo Municipal Popular y pasará a convertirse en concejal no adscrito (ver página anterior).

Eso sí, lo hizo pero con un verbo muy diferente al de su presidente provincial y sin contundencia. Colmó sus argumentos de palabras en las que no quedaba claro si pedía responsabilidades a Villanueva porque cree que debe hacerlo o porque la tensión social en torno al mantenimiento del edil en su escaño es insoportable.

Eso, además, chocaba con la que fue la primera de sus afirmaciones: «Las conclusiones del informe son claras y dicen que ha habido un uso desmedido e inapropiado» de los duplicados de las líneas de datos de una sección municipal que estaban en poder de Villanueva y que, además, «sí ha existido una repercusión económica de 130.000 euros, aunque otra cosa es que la compañía lo revierta, pero a día de hoy lo cierto es que ese dinero está en otras manos». Por cierto que sobre los pagos de enormes cantidades que ha provocado el uso de esos duplicados, Lacalle dijo que se «está hablando» con Telefónica para lograr su recuperación, pero eso solo podrá ocurrir en el caso de la factura de 128.000 euros y de las que se pagaron dos veces, puesto que las anteriores, de varios miles de euros, fueron abonadas a cambio de un programa de puntos para obtener nuevos equipos y mantenimiento del servicio, operación a la que Villanueva dio el visto bueno, según explicó un técnico a todos los grupos políticos, incluido el PP, el miércoles por la tarde.

A partir de ahí, Lacalle aludió a la «alarma social sin precedentes», a que «la ciudad pide a gritos su dimisión» y a que a Villanueva «le he tenido mucho cariño y seguiré teniéndole aprecio». También reconoció que le había pedido en privado que dimitiera en días anteriores y que Burgos pasa por «uno de sus peores momentos porque la imagen de la ciudad no ha sido buena».

Por último, y ya ‘fuera de micros’, el alcalde reconoció que no sabía exactamente qué era lo que Villanueva iba a declarar en la rueda de prensa en la que proclamó su inocencia.