Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Petisopería navideña

21/12/2022

Escribo estas líneas un soleado pero frío día de diciembre. O al menos en un rato en el que asoma el sol, que esto es Burgos. Para mí aún es otoño, aunque para cuando ustedes lo lean ya habrá entrado el invierno, con todo lo que conlleva. O al menos lo que conllevaba, que ya sabemos que ahora no sabemos de casi nada.

A estas alturas ya me han felicitado las fiestas tres veces, y aun así me sigue pareciendo extemporáneo. Pero tampoco me extraña, porque este año parece que las navidades empezaron poco después del Día de la Madre, si no antes. Yo aún no he felicitado a nadie, y no sé cuándo empezaré, porque en mi caso esto es como cuando el padre de la novia llora de emoción en la boda de su hija, que al principio se resiste, pero al final rompe y monta el espectáculo con una inundación emocional. No quiero empezar, pero el momento en que empiece será un no parar, una catarsis navideña. Ahora, un par de polvorones, algún mazapán y su poquito de turrón sí que han caído ya. Nada que objetar a eso.

Estas son, dicen, las navidades de la vuelta a la normalidad. Hay cotillones, hay cenas y ha habido comidas de empresa. Algunas de esas celebraciones se han tenido incluso que posponer porque la gente no cabe. Parece que después del impasse de estos dos últimos años, estamos todos desatados y con ganas de jolgorio y, ojo, que es normal y allá cada cual. Este año se puede volver a lo antiguo, y en vez de tener miedo de contagiarnos de no sé qué volver a tener miedo de que no haya sitio en el ropero para nuestro abrigo, o de que nos den garrafón, o de que algún festejante con una copita de más nos tire alguna de ellas por encima, para celebrar. Pero bueno, entiendo sobre todo a los jóvenes que igual van a vivir su primera Nochevieja adulta en un momento en el que usted y yo llevábamos ya dos o tres. Esperemos que encuentren la luz, el brillo y la diversión que esperan.

Yo, por mi parte, seguramente hoy me ponga mi avatar navideño en las redes sociales, una tradición moderna, termine de plantar mi belén de Playmobil y sueñe con que mañana me caiga un gordo en condiciones. Feliz Navidad a todos y un muy próspero Año Nuevo. Vaya. Ya he caído. Sean felices, y nos vemos al otro lado.
@VladimirConV