Burgos compite entre las ciudades con más calidad de vida

G. ARCE / Burgos
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Es la quinta urbe en el ranking nacional gracias, entre otros factores, a su poder adquisitivo, el menor costo de la vida, su seguridad y, paradójicamente, su clima y su atención médica

La calidad de vida es una oportunidad de crecimiento poblacional. - Foto: Valdivielso

Burgos es una de las capitales españolas que ofrece una mayor calidad de vida, un estatus al que ha llegado por la conjunción de diferentes factores como su situación económica, los niveles de seguridad ciudadana en sus calles, los tiempos de desplazamiento de sus tráficos, sus bondades medioambientales o, paradójicamente, la atención médica de la que disfrutan sus ciudadanos y su famoso y frío clima.

De hecho, todos estos factores hacen que solo Pamplona, Logroño, Oviedo y Santander estén por encima de este ranking y que la capital del Arlanzón supere la media española en bienestar urbano y esté muy por encima a su vez de grandes capitales como Madrid o Barcelona, lo que supone un valor añadido que debe explorar y explotar para atraer población y crecer.

La cuantificación de la calidad de vida de una urbe depende de los diferentes criterios que se apliquen y de lo subjetivos o no que sean los mismos. Pero, en este caso, el ranking se basa en la base de datos mundial Numbeo, que analiza 11.446 ciudades gracias a los datos aportados voluntariamente por más de 760.000 de sus habitantes.

Por si este indicador no tuviera suficiente peso, los datos del mismo son los utilizados por la asociación Madrid Capital Mundial de la Construcción, Ingeniería y Arquitectura (MWCC), que reúne 130 socios y entidades colaboradoras, entre ellas grandes empresas radicadas en la capital de España. 

El objetivo de este proyecto es el fomentar el posicionamiento internacional de Madrid como referente mundial en ingeniería, construcción y arquitectura, así como en innovación, sostenibilidad y responsabilidad, entre otros valores. 

El informe elaborado MWCC para vender la imagen de la capital de España sostiene que la calidad de vida es uno de los elementos clave que permite a una ciudad ser centro de atracción de población joven y trabajadora, un tesoro para un país lastrado por el envejecimiento y la caída de la natalidad.

La calidad de vida es, así, uno de los factores determinantes para la prosperidad de una ciudad, máxime cuando el modelo de gentrificación en las grandes urbes empieza a generar problemas y rechazos entre muchos de sus habitantes. 

Burgos ocupa un lugar destacado en Numbeo porque alcanza los 204,42 puntos en calidad de vida, mientras Pamplona suma 229,67 para situarse en el top de un ranking en el que Madrid se queda a 185,58 puntos, Bilbao a 170,17 y Barcelona baja hasta los 136,86, entre otras capitales significativas.

Los puntos fuertes de Burgos tienen que ver, por un lado, con su favorable situación económica. Es una ciudad altamente industrializada y eso permite disfrutar de un poder adquisitivo por encima de la media, calificado como 'alto' por la base de datos Numbeo. Para llegar a esta conclusión se han valorado los ingresos medios de los burgaleses y su relación con el coste de más de 50 bienes y servicios. De acuerdo a estos criterios, Pamplona es la ciudad con mayor poder adquisitivo seguida de Madrid y León.

Esto provoca que el costo de la vida y la relación entre el precio de la propiedad y los ingresos, otros dos índices que se analizan, sean 'bajos'. De hecho, Burgos sería, según Numbeo, tras Cartagena y Santa Cruz de Tenerife, la ciudad con menor costo de vida.

Sin embargo, los factores económicos no son solo los que determinan el puesto destacado de Burgos. Numbeo califica de 'muy altos' los índices de atención médica, pese a las notorias deficiencias sanitarias que arrastra la ciudad, y el climático, con la mala fama que arrastra el hecho de ser reconocida como una de las capitales con temperaturas más bajas de España.

En este aspecto, el índice valora la proporción de días nublados y de sol, las lluvias, las nieves y las temperaturas a lo largo del año y, en ese cóctel de datos, nuestro duro clima termina por favorecer una calidad de vida por encima de otros emplazamientos geográficos.

El tiempo cobra su máxima dimensión cuando modifica comportamientos sociales y se vincula a datos como la tasa de suicidios, alcoholismo o drogadicción.

Por si este índice no terminase de convencer, hay un segundo muy positivo y con mucho peso que es de la 'muy baja' contaminación, término que no solo tiene en cuenta la calidad del aire, sino también la de las aguas de consumo, la limpieza de calles y parques, las zonas verdes o la oferta de ocio. La percepción es solo 'moderada' en la encuesta en cuanto a la contaminación acústica y lumínica.

Hay otro factor que hace mejor a Burgos: los tiempos de desplazamiento de sus tráficos, que son sensiblemente más cortos y cómodos que en muchas otras ciudades españolas. En esta percepción influye que los dos grandes focos laborales se reparten en dos grandes polígonos industriales situados a ambos lados de la ciudad, ambos de fácil y rápido acceso. Asimismo, se valora la posibilidad de la que disfrutan muchos de sus habitantes de desplazarse a pie a su lugar de trabajo y en muy poco tiempo.

Seguridad. Por último, aunque de vital importancia, la ciudad también alcanza una valoración 'alta' en seguridad.En este término se cuantifican, entre otros, el nivel de delincuencia (bajo), el aumento de los delitos en los últimos 3 años (moderado), la preocupación por los robos en hogar (baja), las preocupaciones por ser asaltado o robado (muy baja), por los robos de coche (muy bajo) o, entre otras, la de ser insultado (muy bajo).

También es 'muy bajo' el riesgo de agresión motivado debido al color de la piel, el origen étnico, el género o la religión. Lo mismo ocurre con la problemática con drogas o el vandalismo. Ninguna gran capital puede presumir de lo mismo, es más, la seguridad es una preocupación creciente y un factor determinante para el deterioro urbano.

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