Burgos incumple el objetivo de vacunación contra el sarampión

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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El porcentaje de niños que recibieron la segunda dosis del fármaco que evita la enfermedad se quedó lejos del 95%. Igual ocurre con otra frente a la meningitis

Sanidad invita a pedir cita para completar pautas de vacunación. - Foto: Valdivielso

La Consejería de Sanidad acaba de publicar los datos provisionales de vacunación en 2023, cuando Burgos se quedó por debajo del objetivo recomendado para erradicar el sarampión. Es decir, los expertos consideran que para que desaparezca esta enfermedad común, pero potencialmente grave, tiene que garantizarse que más del 95% de los niños reciben las dos dosis que completan la pauta de la profilaxis, que también actúa frente a la rubéola y las paperas (se la conoce como 'triple vírica'). Y si bien es cierto que en el primer pinchazo la provincia siempre consigue resultados por encima de lo recomendado, en los últimos años cuesta repetir en la segunda. Y el año pasado más que otros, ya que, siempre según información provisional, la cobertura se quedó en el 92,5%.

Este no es el único caso en el que las autoridades sanitarias no han conseguido cumplir con las recomendaciones; sucede con la segunda dosis de la profilaxis frente a la varicela (se pone a los 3 años y la cobertura fue del 91,2%) y también con el recuerdo en adolescentes del fármaco que protege frente a cuatro tipos de la bacteria que causa la meningitis -el meningococo- y, en este caso, los tipos A, C, W e Y.

Si la primera dosis de esta profilaxis la recibieron el 96,8% de los críos de un año, el recuerdo lo recibió el 85,7% de los adolescentes de 12 años. Y de ahí que la Consejería de Sanidad siempre en estos casos destaque que a quienes no se les haya administrado todavía esta vacuna, pueden pedir cita para ponérsela. Es de interés general, dado que, según información oficial, la juventud concentra «el mayor porcentaje de portadores asintomáticos del meningococo»; es decir, personas que no padecen la enfermedad, pero que sí pueden transmitir la bacteria a otras personas. Con una alta cobertura en las dos dosis de la pauta, se conseguiría protección comunitaria.

En el caso del sarampión y de la rubéola hay un 'plan estratégico' para erradicar sendas patologías antes de 2025. Y para ello es imprescindible rebasar las recomendaciones vacunales en todas las dosis de la triple vírica. Esta profilaxis se administra en dos pinchazos: el primero a los 12 meses y el segundo, a los 3 años. El primer año de pandemia por coronavirus provocó un descenso generalizado de las coberturas vacunales, hasta el punto de que la provincia quedó por debajo del 95% ante enfermedades tan graves como la poliomielitis, desaparecida en España desde los años ochenta por la vacuna, pero en riesgo de repunte si se deja margen suficiente como para que los poliovirus causen enfermedad y puedan transmitirse con facilidad. 

La detección de este descenso provocó un efecto rebote y el año pasado Burgos alcanzó porcentajes de vacunación altísimos en las tres dosis de la pauta que no solo evita la polio sino también la difteria, tosferina, tétanos o la hepatitis B: 98,2%, 97,8% y 96,2%. Y eso según datos provisionales, que siempre quedan algo por debajo de los definitivos.

Sin embargo, no parece haber sucedido lo mismo con la profilaxis del sarampión, rubéola y paperas, cuya diseminación es fácilmente evitable si se administran las dos dosis según se establece en los calendarios infantiles. Y eso es, precisamente, lo que no está sucediendo ni en Burgos ni en Castilla y León, donde no se consigue el objetivo en toda la pauta.