Una concentración de todoterrenos en la zona de La Demanda, entre Palazuelos de la Sierra y Urrez, ha generado que algunos vecinos de esta última localidad se lleven las manos a la cabeza al ver el estado en el que ha quedado uno de los caminos más recorridos por los visitantes. La denominada senda del Hayedo ha quedado destrozada en gran medida como consecuencia del paso de estos vehículos y sobre el terreno aún se pueden observar múltiples rodadas.

Varios coches 4x4 se dieron cita en el entorno de Urrez hace un par de semanas y los vecinos se percataron de lo ocurrido al ir a pasear por la zona. Se alza como uno de los pulmones verdes más destacados del pueblo, pero ahora no luce con su belleza habitual al encontrarse lleno de marcas y huellas causadas por el tránsito de estos vehículos por el camino.

Las lluvias que habían caído en jornadas previas generaron que el terreno se encontrara blando y eso ayudó a que se produjeran estos daños. La gravedad parecía mucho mayor justo después de lo ocurrido, ya que se formó un impresionante barrizal por el que resultaba imposible andar. El tránsito de los todoterrenos, unido al agua, ha deformado la superficie y a lo largo de unos dos kilómetros se combrueban esos desperfectos.

«Como estaba húmedo pues se ha quedado así el terreno, pero el primer día pensábamos que era mucho más al haber barro y estar todo levantado», explica Ángel Conde, alcalde de Urrez, al ser preguntado sobre los daños originados. Se trata de un monte que pertenece a la junta vecinal y afirma que, aunque resultan evidentes los surcos en numerosos tramos, se confía en que pronto se recupere su estado anterior. Por otro lado, el alcalde reconoce que esta concentración se suele realizar una vez al año, pero que «pobablemente» alguno de los conductores se equivocó de camino en esta ocasión y se acabó metiendo por una zona tan protegida como esta pese a que no deberían circular por allí.

La senda del Hayedo se encuentra en la web Wikilok, un espacio muy empleado por los amantes de las rutas al aire libre a pie o en bicicleta. En el caso de este trayecto se suele realizar andando debido a la complicación que tiene para los ciclistas al contar con grandes subidas. De hecho, algunos tramos resultan difícules para aquellos que no están habituados a realizar esta actividad deportiva. Se trata de un camino circular, de unos ochos kilómetros, con inicio y final en el propio pueblo. Eso sí, las rodadas de los todoterrenos se aprecian especialmente a lo largo de los dos primeros kilómetros.

El encanto del lugar, con grandes secretos para descubrir, así como la posibilidad de disfrutar de la naturaleza de primera mano anima a muchos visitantes de la ciudad a desarrollar la ruta. Los principales árboles a ambos lados son los hayedos, aunque también existen algunos robles. Durante los fines de semana se da el mayor movimiento, pero ahora el deseo pasa por recuperar su esplendor.