A Daniela Hernández Gallo la conoce todo el instituto. De hecho, si algún día falta a clase siempre hay quien pregunta dónde está. Puede que sea su sonrisa la que encandile, o su desparpajo a la hora de expresarse o quizá esa luz que desprenden sus ojos. Si antes ya era popular en el Diego Porcelos, desde el pasado 30 de marzo lo es más. Esta alumna de 15 años ha sido la ganadora del concurso regional ¿Qué es para ti el 112? en la modalidad de Educación Especial por un dibujo en el que deja claro que este servicio «nos protege». No es su único logro, ya que también se ha clasificado para el certamen ¿Qué es un rey para ti? Por el momento y a la espera del resultado, se queda con la experiencia vivida en el Centro Coordinador de Emergencias en Valladolid, donde se quedó sorprendida de las instalaciones y las contantes llamadas reales que se recibían, además de traerse como premio un diploma y una tablet.
«Fue muy interesante y desde entonces ya no pienso que no se me da bien el dibujo», explica su protagonista, que desde el año pasado recibe clases en al aula CLAS (Comunicación, Lenguaje, Autonomía y Socialización), como se denomina actualmente o la antigua aula EBO, la única pública de la provincia que atiende a escolares con discapacidad intelectual. Su profesora, Susana Vela, maestra especialista en Pedagogía Terapéutica, echa mano de los concursos como metodología de aprendizaje porque «nos dan mucho juego y posibilidades» de trabajo escolar.
En esa clase, donde también se imparten asignaturas comunes como Lengua, Matemáticas o Ciencias Naturales, Daniela comenzó a preparar su boceto ganador, no sin antes buscar información sobre el 112, su composición y su cometido. «Se sienten valorados y refuerza su autoestima», precisa Vela, aunque esto no suponga que sean conscientes de que el triunfo llega algunas veces y otras se queda en el camino sin mayor importancia. También realizan numerosas salidas y excursiones (la última fue a la sede de la Junta para aprender a hacer un escrito oficial) con las que desarrollar sus habilidades sociales y que, en algunos casos, comparten con los compañeros de la enseñanza ordinaria, como este año ocurrirán con los de Latín en un próximo viaje a Clunia o el curso pasado con los de Tecnología.
Daniela destaca, entre otras muchas cosas, por su nivel de inglés, su don social y una memoria prodigiosa para retener nombres. Es una apasionada del baile, sobre todo de la bachata, y ve con buenos ojos la posibilidad de hacer sus pinitos en el mundo audiovisual de la mano del actor Javier Losan, 'El Ovejas' en la serie El pueblo, con quien tanto ella como su familia mantienen una relación especial (tanto es así que le llaman tío) que le ha permitido asistir a numerosos eventos y estrenos de cine.
Ahí está otra de las potenciales facetas de esta alumna, que confiesa que le da pena que este sea su último año en el instituto, a pesar de que sus padres hayan solicitado a la Dirección Provincial de Educación prolongar su estancia en el centro durante más tiempo «porque dos años se quedan cortos», aunque así lo establece la normativa. «Aquí hemos encontrado tranquilidad porque se siente valorada», resalta con orgullo su madre, Azucena, después de haberse topado con demasiadas trabas en el complicado camino de la inclusión. A modo ejemplo, tan solo relata que ha tardado tres años en poder matricular a su hija en un centro para recibir clases de baile.
Es aquí donde su profesora incide en que lo principal es ocuparse y potenciar las habilidades de estos alumnos, en lugar de hablar de limitaciones porque «limitaciones tenemos todos». Asegura que se ha avanzado en ese recorrido, pero que queda muchísimo porque «la inclusión no es real». Pide más formación del profesorado, mayores recursos a la administración para que no solo funcione su aula, creada ya hace 10 años, sino para que existan muchas más, y reivindica por encima de todo que se tome conciencia de que en muchos casos los que carecen de habilidades sociales son los que están enfrente.