José María Vicente

El Rincón de...

José María Vicente


Adiós al VIII Centenario

06/12/2022

Parece que fue ayer, pero han pasado cinco años y medio desde que el 20 de julio de 2017 se constituyera la Fundación del VIII Centenario de la Catedral. La Capilla de los Condestables fue el lugar donde se inició el camino que debía culminar cuatro años después. Siempre hubo conciencia de la importancia histórica del aniversario pero no creo que se tuviera una visión clara del desarrollo que se iba a dar a la programación de la Fundación recién nacida. La inspiración sobre la que se construía el edificio hablaba de liderazgo, unidad de acción, respaldo social, trasparencia y mucho trabajo. Desde luego son pilares sólidos pero nunca se está seguro de ir por el buen camino. Ahora que estamos a punto de finalizar es cuando verdaderamente uno se da cuenta del gran trabajo realizado. El proyecto siempre tuvo potencia y se ha ejecutado de forma participativa. Quien ha querido ha podido plantear sus ideas. El escaso tiempo ha obligado a tomar las decisiones con celeridad pero dando el espacio que requiere la maduración de las cosas y su ejecución. Los procesos no podían eternizarse pero tampoco sacrificar la transparencia debida a todos aquellos estamentos sociales legitimados para recibir esa información.

485 actividades en 56 meses por las que han pasado 683.000 participantes dan una idea muy precisa sobre su carácter popular. Salvo algún evento concreto sometido a las rígidas limitaciones de aforo por el lugar o la pandemia, los demás siempre han sido de carácter masivo. Pero todo tiene su fin y la Fundación VIII Centenario no es una excepción. Se ha conseguido poner la Catedral en el foco de los burgaleses. Podríamos decir que nos la hemos llevado a casa. Sólo con eso ya ha merecido la pena pero esos cientos de actividades y esas horas de protagonismo en los medios de comunicación han supuesto una promoción para Burgos que se traduce casi automáticamente en un impulso económico como así lo han reconocido los sectores más directamente concernidos y es una demostración de la repercusión que una correcta gestión del patrimonio tiene para la sociedad. Ahora el reto está en que la actividad cultural continúe generando propuestas que sigan manteniendo a Burgos como modelo de consenso cultural entre lo público y lo privado.