Hoy en día, son pocas las personas que no ven series en la televisión o en las plataformas de prepago. Está bien, es una forma de entretenimiento pero, si no se hace con mesura, puede traer consecuencias para la salud, no solo a nivel físico, sino también psicológico.
Según alerta la psicóloga y máster en Psicología Clínica y de la Salud Patricia Ramírez, conocida en redes como Patri Psicóloga, se debe tener mucho cuidado con el consumo excesivo de series, especialmente si el gusto por verlas genera más ansiedad que placer.
¿En qué momento hay que sospechar que las cosas no se están haciendo bien? «El primer indicativo es reconocer que el uso que haces de estas producciones modifica de alguna forma tu vida cotidiana, es decir, te quita horas de sueño y estás más cansado durante el día o dejas de comprometerte con tus responsabilidades o de practicar tus hábitos de vida saludable, de hacer ejercicio por ver un capítulo más».
Así, afirma que, en el momento en el que una conducta altera la vida cotidiana, significa que hay un problema, siempre y cuando esa conducta sea elegida por el individuo, porque a veces un pico de trabajo o un traslado pueden alterar la rutina, pero son temas de fuerza mayor. Sin embargo, si lo que modifica el día a día es ver una serie, constituye un problema, ya que se hace una elección que acaba perjudicando otras áreas.
Otro indicativo al que hace referencia es la sensación de que si no se sigue viendo la historia «me pongo mal, me siento emocionalmente mal, creo que tengo esa necesidad, como que algo me atrapa». «Entonces, cuando tenemos esa combinación, que una actividad altera toda mi vida, y que fisiológicamente y psicológicamente tengo la necesidad de seguir visualizando la serie para seguir estando tranquilo, es ahí cuando tenemos un problema», advierte Ramírez.
Otro criterio que existe, según prosigue Patri Psicóloga, es la idea de que solo se está a gusto haciendo ese hábito: «Las personas tenemos que estarlo cuando nos damos un baño, cuando estamos en el trabajo o estando en familia; no puede ser que solo una actividad te produzca placer».
Esta psicóloga ha escrito precisamente Vivir con serenidad. 365 consejos (Grijalbo), un manual en el que recomienda alejarse de lo que se llama el binge watching, o de ver del tirón una temporada nueva de una entrega, por ejemplo.
«Si tienes la necesidad de ver algo de una tacada, va en contra de la serenidad porque no trabajas tu paciencia. Si sale un estreno y me he preparado para verlo todo de una vez y no soy capaz de esperarme al fin de semana siguiente o de ver un capítulo hoy y ver el siguiente mañana, no trabajamos valores como la paciencia, la reflexión y la prudencia. Lo queremos todo y todo ya, con prisa e inmediatez», remarca la experta.
Seguramente esto no perjudica a nivel neurológico, incide, pero sí considera que va en contra de los valores que tenemos que tener para vivir con serenidad: «Es decir, implica trabajar la reflexión, la prudencia, ese saber esperar, y si con una serie la ves de una tacada, ¡qué no harás en otras conductas de tu vida! Pondrás un mensaje en el WhatsApp y te enfadarás si no te contestan ya, o cuando un cliente no reacciona como necesitas. Este tipo de comportamientos los terminamos generalizando a otras actividades de nuestra vida, que perjudican nuestro bienestar emocional y nuestra salud mental».
Una conducta antinatural
Aparte, esta psicóloga reconoce que no es algo natural: biológicamente las personas no están configuradas para ver de solo un tirón siete capítulos de una nueva temporada. «No tiene que ser saludable ni para la visión, ni para los huesos. El cuerpo debe estar en movimiento, pero no podemos dedicar todo el tiempo libre a una misma actividad sin combinarla con relaciones personales, sin cuidar de tu salud, de tu higiene, de tu deporte, de tu descanso, porque no es saludable», resalta.