El maravilloso poder de los contadores de aves

G. ARCE / Burgos
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Un millar de voluntarios burgaleses ha localizado, identificado y censado hasta 305 especies aladas diferentes en la provincia para incluirlas en el mayor registro mundial digital, la aplicación eBird, de libre acceso desde un móvil

David es uno de los usuarios más activos de eBird. - Foto: Luis López Araico

La provincia de Burgos está habitada, de manera permanente o estacional, o es fugazmente sobrevolada por 305 especies de aves (solo en los primeros días del mes de septiembre se han observado 134 especies en diferentes puntos de su geografía). Todas ellas están catalogadas en las 44.000 listas completas que han mapeado todo el territorio provincial y que se incluyen dentro de un archivo digital mundial que se ha ido configurando a lo largo de los años. Este concienzudo trabajo de acopio de datos es obra -en el ámbito local- de más de un millar de pajareros burgaleses o de visitantes ocasionales de la provincia, voluntarios que han tenido el cuidado de recopilar desinteresadamente sus avistamientos de campo en una herramienta digital descargada en su teléfono móvil.

eBird, como así se denomina la aplicación, es hoy el mayor censo de aves de la Tierra. Una enorme enciclopedia natural descargable en cualquier teléfono móvil y que permite, de manera totalmente gratuita, participar en el maravilloso desafío del cuidado y protección del planeta y su medio ambiente a través de su universo de aves. 

Burgos es, por su extensión, su diversidad geográfica y su condición de cruce de caminos de emigración, una de las provincias españolas con un protagonismo destacado en eBird, tras los grandes centros de avistamiento de Doñana/Estrecho de Gibraltar, Pirineos, Gredos y Picos de Europa.

En el mundo, el número de pajareros digitales supera el millón y las especies avistadas y datadas digitalmente alcanzan las 10.715, todas ellas incluidas en cerca de 84 millones de listas completas. España es uno de los países con mayor cobertura.

David González encabeza el ranking de especies observadas en Burgos y es uno de los pajareros más destacados a nivel regional (está entre los 10 primeros) y nacional (entre los 20 primeros). 

El liderar las listas nacionales de eBird es algo que no preocupa especialmente a este ingeniero del sector de la automoción natural de Villadiego, que se empapó de la naturaleza entre las paredes rocosas de Peña Amaya acompañando a sus hermanos, que estudiaron Biología en la Universidad de Salamanca. «La naturaleza es mi manera de evadirme con algo distinto a mi profesión y de cargar las pilas...».

Se incorporó a eBird en el año 1997. La aplicación digital vino a sustituir a sus cuadernos de campo, con los que se ha confeccionado el Anuario Ornitológico de Burgos, un trabajo que fundó a principios de los años 2000 y en el que ha participado activamente, entre otros, otro pajarero ilustre y reconocido usuario de eBird, Miguel Ángel Pinto, el director de las Aulas de la Naturaleza de la Fundación Caja de Burgos.

eBird, herramienta impulsada y gestionada por el Laboratorio de Ornitología de la universidad norteamericana de Cornell, ha desplazado al papel, institucionalizándose como el mayor censo digital especializado en aves del mundo.

«Yo recojo y detallo en mi teléfono móvil las especies y número de pájaros que observo en el campo creando una lista. La aplicación recoge la distancia que he recorrido en cada una de mis observaciones y las fechas de mis trabajos, lo que permite estimar unas densidades de acuerdo a unas pautas diseñadas por la web. Como yo, millones de personas hacen lo mismo a lo largo y ancho del planeta, lo que permite estimar las densidades de cada especie en cada punto del mundo».

España, explica David González, es uno de los países con mayor cobertura por parte de los pajareros y Burgos no se queda atrás. Los lugares con más avistamientos censados son, por este orden, las lagunas de Atapuerta, refugio habitual de aves migratorias y cruce de uno de los corredores de emigración clave en el norte de España; los llanos y las lagunas de Sasamón, Grijalba y Torresandino, muy visitados por David González; el embalse del Ebro-Arija, donde abundan las especies acuáticas, de fácil observación; Villalonquéjar, por su cercanía de Burgos, y la comarca de Odra-Pisuerga.

El parque de Fuentes Blancas también está en el top ten de las zonas de más avistamientos y también hay listas completas de La Quinta o el Castillo-Cerro de San Miguel como zonas más visitadas. Hasta el vertedero de Abajas tiene sus propias listas, donde abundan las carroñeras y las gaviotas.

Entre las especies observadas en Burgos está datado el famoso pato Mandarín que habita el río Arlanzón, en el paseo de la Isla (catalogado como especie exótica). También se ha observado el raro quebrantahuesos, a la altura del pico Mulñaba, en las montañas de Neila, durante el otoño del pasado año.

«Es una aplicación abierta a todo el mundo y se ha configurado de tal manera que permite discriminar los datos sobre las diferentes especies para obtener la máxima calidad posible de los mismos». Hay un margen de error, pues puede haber equívocos con la especie observada o con su número, pero es tal la cantidad de datos que la visión sobre las poblaciones de aves en nuestro planeta permite su seguimiento, estudio y protección.

Riesgos. El creciente uso de aplicaciones digitales para el conteo de aves, la afición por la fotografía y el turismo ornitológico están incrementando el conocimiento y la protección de las aves. 

David asegura, por su experiencia de campo, que a algunas especies «les va mejor y a otras peor». Entre estas últimas están las esteparias, las ligadas a la agricultura, cuyo descenso es muy acusado o incluso han desaparecido por el efecto de los insecticidas, herbicidas y abonados excesivos. «Yo observé la última ganga ibérica en  2006 en Villaveta; ya no la hemos vuelto a ver. Antes veías grupos de centenares de esteparias, ahora son mucho más reducidos por la explotación agraria. Por contra, es evidente que se van recuperando las rapaces, porque hay más bosques y cuentan con más refugios».

Para los aficionados que quieran iniciarse en el mundo de la observación (digital) David recomienda las lagunas de Atapuerca, un paseo cercano a la capital y muy concurrido en especies. Fuentes Blancas y el Arlanzón atesoran una gran diversidad de aves y la llanada de Melgar de Fernamental-Castrojeriz. Sin olvidar la Demanda.