La Junta resolverá antes de 2026 los BIC pendientes

D. ALMENDRES
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La Consejería de Cultura acelera la tramitación de las solicitudes formuladas hace décadas, pero aún están a la espera cinco expedientes antiguos en la provincia

El expediente del conjunto histórico de Espinosa de los Monteros lleva pendiente desde 1972

La maquinaria de la administración es pesada y lenta. Tanto, que puede dejar durante 50 años la tramitación de un expediente abandonada a su suerte al fondo de un cajón. Eso sucedió con una docena de conjuntos históricos de la provincia de Burgos que aceptaron con infinita paciencia la congelación de la resolución de sus solicitudes para convertirse en Bienes de Interés Cultural (BIC).

Afortunadamente, ya se ve la luz al final del túnel. El acelerón protagonizado por la Junta de Castilla y León desde 2019 sirvió para desbloquear de golpe y porrazo las más de 75 peticiones acumuladas en la región pendientes de respuesta mientras se aprobaban otras solicitudes como las del Santuario de la Virgen de la Cueva de Hontangas y la del campo petrolífero de Sargentes de la Lora.

Hace una década, el territorio burgalés acumulaba 14 expedientes olvidados. El 13 de junio de 2013 la Junta confirmó la protección de la Torre de Valdenoceda o de los Fernández Velasco en la Merindad de Valdivielso y esa esperada gestión parecía abrir el camino, pero hubo que esperar hasta finales de 2020 para constatar el avance definitivo.

Lo que no se pudo tramitar durante 30 largos años se resolvió en 6 meses. Sasamón dio el pistoletazo de salida a esta particular carrera de la administración y la localidad burgalesa logró su reconocimiento como conjunto histórico en diciembre de 2020.

A partir de ahí se sucedieron las declaraciones de Bienes de Interés Cultural a lo largo de 2021 en favor de Briviesca (enero), Presencio (febrero), Huérmeces (marzo), Villasana de Mena, Villasandino (ambas en junio) y la zona arqueológica del eremitorio mozárabe de Cueva de Andrés, en Quintanar de la Sierra (julio).

La Junta de Castilla de Castilla y León, no obstante, se quedó cerca de cumplir el objetivo marcado en su momento por el consejero de Cultura, Javier Ortega. La provincia de Burgos aún suma cinco antiguos casos pendientes de resolución y algunos de ellos acumulan varias décadas a la espera de una respuesta positiva.

Espinosa de los Monteros realizó el 3 de julio de 1972 su propuesta para que su conjunto histórico fuera considerado Bien de Interés Cultural. El expediente está cerca de cumplir 51 años en la cola y su antigüedad es, precisamente, el factor que retrasa la tramitación administrativa.

Fuentes de la Consejería de Cultura consultadas por este periódico explican que la documentación aportada por las solicitudes más antiguas no se ajustan a los requerimientos técnicos y legales exigidos en la actualidad, por lo que las peticiones deben adaptarse a esta circunstancia para avanzar en el proceso abierto.

El caso de Espinosa de los Monteros no es el único que se remonta a los años 70 del siglo pasado. La Ermita de San Pelayo en Hortigüela inició este eterno proceso en 1976 y el Monasterio de San Pedro de Arlanza espera su turno desde que registrara su solicitud en noviembre 1979.

Un año más tarde, en noviembre de 1980, la iglesia de San Jorge en San Vicentejo (Condado de Treviño) se sumó a esta particular lista de espera que ha generado algunas polémicas como la protagonizada con el expediente de la casa de Vela Zanetti en Milagros. Este proceso comenzó en 1997, pero el paso de los años y la situación del inmueble hicieron que la protección ya no resulte interesante y encontró el rechazo del Ayuntamiento en 2020.

La Consejería de Cultura,Turismo y Deporte recopila en estos momentos la nueva documentación exigida y realiza los trámites establecidos por la normativa vigente con el objetivo de «incrementar la seguridad jurídica y la participación social». En este sentido, cabe recordar que desde el inicio del procedimiento para la declaración de un BIC se aplica al monumento o conjunto histórico solicitante «el régimen de protección» previsto en la ley, incluidas las subvenciones públicas y la atención de la Junta de Castilla y León en las obras de restauración.

Una vez completado el proceso esta medida pasa a ser definitiva y la Consejería de Cultura se compromete a «finalizar la tramitación de todos los expedientes antiguos», entre los que se encuentran los cinco mencionados de la provincia antes de acabar el año 2025.