La crisis de Ucrania multiplica los refugiados en Burgos

ANGÉLICA GONZÁLEZ
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Accem celebra tres décadas ayudando a este colectivo a "reconstruir" sus vidas. La asociación se ha ocupado este año de 372 ucranianos y casi un centenar de ciudadanos de otras 14 nacionalidades que huyeron de sus países perseguidos por sus ideas

Olga Aguilar, Olga Aguilar, coordinadora en Burgos de Accem, junto a su equipo, reforzado estos últimos meses para afrontar la crisis de Ucrania. - Foto: Alberto Rodrigo

El conflicto bélico desatado por la invasión de Rusia a Ucrania el pasado mes de febrero, última guerra que ha estremecido al mundo y de forma especial a Europa por su cercanía, ha provocado que seis millones de ucranianos se hayan tenido que marchar de su país. De todos ellos, más de 130.000 han llegado a España pidiendo refugio y más de 370 a Burgos, que se está volcando en ayudar a las víctimas de esta catástrofe humanitaria. La asociación Accem les viene prestando desde el primer momento todo tipo de ayuda: vivienda, atención jurídica, psicológica, social, formativa, etc, lo mismo que hace desde 1992, año en el que inauguró su oficina en la ciudad, con miles de personas que han tenido que escapar de guerras y persecuciones en cualquier país del mundo. En la actualidad, en sus 10 pisos de acogida y una casa de la que disponen en Villahoz viven 74 personas de 15 nacionalidades diferentes y con una dura historia detrás.

Los conflictos de sus países alguna vez ocuparon primeras planas como ahora lo hace Ucrania (Siria, Afganistán), de otros casi nunca se ha oído hablar (Ghana, Costa de Marfil, Guinea Conakry, Nigeria, Mali, Senegal) y hay otro grupo de naciones que sistemáticamente machaca a una parte de su población por razones políticas, religiosas o de orientación sexual (Argelia, Marruecos, Chile, Colombia, Perú o Georgia). Aquí se sienten bien o al menos no viven con el miedo que les atenaza en sus lugares de origen, como explica Olga Aguilar, coordinadora en Burgos de Accem, cuyo equipo técnico se ha reforzado estos últimos meses para afrontar la crisis de Ucrania.

"Las personas con las que trabajamos han tenido que huir de sus países por conflictos armados o porque han sido perseguidas por motivos religiosos, políticos, étnicos, por su orientación sexual, incluso por el mero hecho de ser mujeres, y en España han encontrado un lugar seguro en el que vivir con sus familias y reconstruir sus vidas", indica Aguilar, que cree que Burgos es una provincia generosa con quienes vienen de fuera y señala el acceso a la vivienda como el problema más peliagudo con el que se encuentran: "No hay mucha oferta y, a veces, las personas extranjeras se encuentran con el miedo y la desconfianza de los arrendatarios, por lo que desde Accem hacemos una relación de puente para que todo sea más fácil".

Lo más habitual es que pasen en los pisos de la entidad los 24 meses que marca el programa de acogida aunque esta situación puede variar en función de la vulnerabilidad de cada uno y de su grado de integración con el idioma, el trabajo y la vivienda. El objetivo es que puedan llevar una vida autónoma mientras esperan que se apruebe su estatus de refugiado, que es un proceso que muchas veces se alarga en el tiempo y en el que tienen el asesoramiento de Accem.

La Convención de Ginebra establece que un refugiado es quien "debido a fundados temores de ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opinión política se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país". Las personas que huyen de conflictos armados o situaciones de violencia generalizada son también consideradas genéricamente como refugiadas

La guerra de Ucrania ha supuesto un importante pico de trabajo para Accem, que tuvo que desplegar sus servicios jurídicos, sociales y psicológicos para atender a quienes llegaban con el horror pintado en la cara tras marcharse de sus casas con lo puesto. 370 en total han recibido su ayuda (230 han sido acogidos y el resto fueron asistidos en problemas puntuales) y en la actualidad siguen ocupándose de 105, 84 de los cuales viven en el hostel cedido por el Ayuntamiento. El 38,10% son menores y las mujeres (71,43%) superan con mucho a los hombres (28,57%).

DE VUELTA. Esa huida del conflicto no ha tenido para todos su fin en Burgos. Del total de las personas a las que ha auxiliado Accem, 230,18 (el 7,8%) ya se han marchado de la provincia. En once de los casos, a Ucrania. Según explica Olga Aguilar, la mayoría han sido funcionarias del Estado (médicas, profesoras) a las que su país llamó para que pudieran seguir cobrando sus sueldos. El resto, continuaron viaje hacia Alemania (3), Italia (2) y República Checa (2).

'SEMILLAS QUE CONSTRUYEN VIDAS'. Hoy se celebra el Día Mundial de las Personas Refugiadas y Accem lo va a celebrar con su campaña 'Semillas que construyen vidas'. Así, hasta las 20 horas de la tarde permanecerá colocado un puesto en la Plaza de San Lesmes en el que su voluntariado explicará su trabajo y varias personas refugiadas, su historia.

Además, venderán semillas de pensamientos -facilitadas por Aspanias- de los colores de las banderas de los países de origen de la mayoría de los refugiados que hay ahora mismo en España: Ucrania, Venezuela, Colombia, Mali, Afganistán y Honduras.

"Estas semillas -afirma Olga Aguilar, coordinadora de Accem en Burgos- representan el compromiso y el trabajo de acompañamiento y cuidado que realizamos con las personas que buscan refugio en nuestro país y a las que se les facilita atención y apoyo integral. Así, se siembran unas semillas que acaban germinando en nuevas oportunidades que permiten reconstruir vidas para que puedan seguir creciendo y desarrollándose en un lugar seguro".