Corría el minuto 107 del partido, en la prórroga, cuando Álvaro Rodríguez lanzó un pase desde la banda derecha y por la izquierda apareció Saúl Berjón para marcar el gol más importante de su vida, que daba el ascenso al Burgos CF. 

Fue un domingo histórico, la fiesta duró varios días y ahora se cumplen dos años en los que la afición y toda la ciudad disfrutan del fútbol profesional. Pero aquel partido, aquel gol, supuso algo más que un ascenso, supuso la supervivencia de un club al borde de la desaparición.

Las deudas ahogaban por entonces al club, donde todavía figuraba la familia Caselli. Las arcas estaban vacías, los Yucon, actuales propietarios, tuvieron que adelantar dinero incluso para el viaje, la situación era dramática y un año más en Segunda B hubiese supuesto presumiblemente la desaparición de la entidad.

Sin embargo, la llegada al fútbol profesional 20 años después disipó todas las dudas, con el paraguas que supone los ingresos por televisión. El Burgos CF pasó a manos de los Yucon de forma definitiva y se creó el proyecto que ahora mismo ha asentado al club en Segunda División (...).

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