La caída de un gran árbol de gran porte en el parque de La Quinta, junto al parque de calistenia, ha hecho saltar las alarmas en el área de Medio Ambiente y ha puesto de manifiesto la necesidad de realizar actuaciones en este entorno, tal y como habían advertido los técnicos. Afortunadamente, en el momento en el que se vino abajo no había nadie en el entorno del paseo y los bomberos procedieron a su retirada de las ramas y parte del tronco y perimetraron la zona. 

En las próximas semanas se procederá a una revisión de la zona para llevar a cabo una poda con el objetivo de descargar el peso de los ejemplares e, incluso, la tala de aquellos árboles que tienen una gran inclinación y corren riesgo de caerse. «Han calificado los árboles por orden de prioridad y peligrosidad y se irá actuando a lo largo de este mes para garantizar la seguridad», subrayó el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño. 

El Plan de Arbolado elaborado el año pasado ya ponía de manifiesto que el parque de la Quinta, junto con las riberas del río Vena, el Castillo y el paseo de la Isla, era una zona de gran densidad de ejemplares, lo que provocaba «problemas de competencia». Se recomendaba la poda de las copas y también la tala para luego proceder a su reposición por otros ejemplares.

El área de Medio Ambiente prioriza las actuaciones de aquellos entornos verdes en los que hay un importante trasiego de personas por su cercanía a la ciudad y extremará las precauciones, como también en el caso de las orillas del Vena, donde se quieren trasmochar las especies más próximas a los paseos y realizar desbroces de las zonas en las que con el paso del tiempo se ha acumulado mucha vegetación (...).

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