La Demanda lamenta su baja producción de miel

R.E. MAESTRO / Burgos
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A pesar de las malas expectativas que había en mayo, el sector salva la campaña gracias a las lluvias de junio. Sin embargo, en la zona este ha fallado el mielato de roble y eso ha provocado malos resultados

La mayoría de la miel ya se ha recogido y los apicultores terminarán el trabajo a finales de este mes o principios de octubre. - Foto: f2estudio

Los apicultores de la provincia de Burgos han conseguido esta campaña unos «buenos» resultados a nivel general, a pesar de que se han producido grandes diferencias entre localidades. En el entorno de la capital y  el norte se ha recogido una óptima producción de miel, con una media que ha alcanzado los 20 kilos por colmena. Mientras, en La Demanda se lamenta que finamente se ha obtenido un rendimiento muy por debajo de lo esperado y que se ha convertido en uno de los peores años que recuerdan.

En el sector todavía se encuentran en plena fase de recogida, lo que finalizará a finales de septiembre o principios de octubre. Eso sí, ya se ha realizado la mayor parte de ese trabajo y por ello se pueden establecer algunas conclusiones. «En la zona norte de Burgos, en Merindades, ha ido mejor», resume Yolanda Martínez, vicepresidenta de la asociación burgalesa de este gremio (Asapibur). Además, destaca que en esta temporada se han plantado más girasoles que en otras ocasiones y eso ha beneficiado a los apicultores. «Sin embargo, ha sido mal año para el roble y no han cogido nada», aclara.

El pasado año la producción de miel cayó entre el 50% y el 75% con respecto a un año normal por la sequía y el calor, lo que provocó que las plantas no florecieran y que otras se secaran antes de tiempo. De cara a esta campaña había muy malas expectativas por la misma situación y en el mes de mayo el pesimismo se instalaba entre los apicultores, que hablaban de la necesidad de agua que tenía el campo. La lluvia llegó al final en junio y eso ha permitido ahora conseguir unos datos positivos. El hecho de que en muchos casos se tratase de tormentas ha generado que la producción resulte desigual dependiendo del pueblo, a pesar de su cercanía, algo similar a lo que ha ocurrido en la agricultura con el cereal.

«Por La Demanda ha funcionado muy mal, mientras que por otras zonas cercanas como La Ribera ha ido bien», expone Agustín Blanco, de Miel Sabinares del Arlanza. «Por aquí de donde sacan más miel es del roble, cuando se estropea la bellota y de las hojas, en La Demanda casi toda la miel que se coge es de roble», manifiesta el apicultor, que reconoce que muchos de sus colmenares no han llegado ni a los 10 kilos. También explica que donde llovió en primavera, como en Lerma, se ha notado y ha permitido lograr buenos resultados. También posee colmenas próximas a la capital y ahí sí ha conseguido una estupenda producción.

En esa misma línea se expresa Irene Saiz, de Jalea Rural, que tiene sus colmenas en Pradoluengo -junto a La Demanda- y este se ha convertido en uno de los años más flojos que recuerda. «Ha habido temperaturas muy raras», asegura, mientras reconoce que otros compañeros que trabajan por la zona comparten esa misma opinión.

En el caso de Yago Matías, de Miel Mataviejas, no puede hablar de mala producción en la zona de Santo Domingo de Silos y Carazo. Aunque en Salas de los Infantes sí han notado que ha estado más bajo. Considera que el hecho de que «haya fallado el mielato de roble» puede haber mermado esa producción. «El año pasado fue mucho peor y además a nivel general de toda la provincia, veníamos de una situación catastrófica», añade. Y meciona también el hecho de que las precipitaciones cayeran en diversos municipios ha podido provocar diferencias notables entre unos puntos y otros.

Mortandad. Cada año se mueren en la provincia de Burgos entre un 15% y un 25% de las colmenas, expone Yolanda Martínez, vicepresidenta de Asapibur. «El problema es que nosotros las tenemos que reponer y eso conlleva que tenemos menos miel, ya que partimos las colmenas para seguir manteniendo el número», asegura, mientras desarrolla que el número de colmenas en la administración no han disminuido debido a que si se mueren hacen nuevas reinas.

«Al haber muchas más abejas la varroa este año se va a desarrollar mucho más y el que no trate pronto tendrá un problema de mortandad», comenta Martínez, que insiste en que se alza como un obstáculo que ya tienen ahora. Argumenta que el polen del girasol es «bastante precario» y eso hace que las abejas salgan «bastante tocadas». También destaca la presencia de la avispa asiática y «en algunos pequeños colmenares hay algo de asedio».

Formación sobre nutrición apícola en Lerma y Cilleruelo. En las próximas semanas se desarrollarán en la provincia burgalesa diversas jornadas formativas sobre nutrición apícola y otras cuestiones básicas en este sector, organizadas por la Asociación de Mujeres Rurales de Burgos Aura-Fademur. El 30 de septiembre (de 10 a 13.30 horas) se realizará el primero de los cursos en Lerma, que seguirán el 6 de octubre (de 16 a 19.30 horas) en Cilleruelo de Abajo, y que concluirán en la villa ducal el 7 de octubre (de 10 a 13 horas).

Entre los objetivos principales de estas jornadas se encuentran promover una fuente de ingresos basada en los recursos naturales, proporcionar los conocimientos adecuados para evaluar correctamente la idoneidad de un territorio para establecer una explotación apícola, ayudar a definir qué tipo de explotación resulta mejor dependiendo de cada pueblo, hablar sobre el concepto de nutrición apícola y cómo se relaciona con la capacidad inmune de la colmena o establecer qué se debe realizar en cada época del año. Además, también se llevará a cabo un taller de elaboración de piensos apícolas con los ingredientes que se utilizan habitualmente en esta actividad.

La inscripción a todas estas actividades es totalmente gratuita, pero hay plazas limitadas. La reserva para participar se debe hacer antes del 27 de septiembre a través del correo electrónico fademurburgos@gmail.com o en el número de teléfono 634 502 795.