Los empresarios de la hostelería reclaman a la Junta de Castilla y León, más en concreto a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que revise los criterios que está siguiendo en la campaña de vacunación, se investiguen las irregularidades que -a su entender- se están cometiendo, y se priorice en la misma a todos aquellos colectivos de empleados y autónomos -entre ellos los hosteleros- cuyo trabajo exige un contacto diario con gran cantidad personas, lo que pone en riesgo su salud en las circunstancias actuales.

La petición viene recogida en una carta impulsada por el colectivo hostelero y en la que, partiendo del respeto a las prioridades establecidas por edad, trabajo en primera línea del ámbito sanitario y asistencial, riesgo de enfermedad, entre otros supuestos que se están aplicando, se critican los «privilegios» en el orden de vacunación de funcionarios «que están sentados en sus despachos» o atendiendo por teléfono, colegiados veterinarios o farmacéuticos que -asegura el escrito- no desarrollan trabajo de cara al público.

«¿Cree usted que la inmensa mayoría tienen más riesgos que los cobradores de autobuses, los cajeros de supermercados, los camareros o los empleados de una librería que cada día atienden a gran número de clientes?», se pregunta en la carta, en la que se añade que se han vacunado a sanitarios jubilados o de baja «que están en su casa».

Los hosteleros denunciantes lamentan el «ninguneo» que sufren por parte de la Junta de Castilla y León (...).

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