Recordar quiénes somos...

LETICIA ORTIZ
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Figuras consagradas, triunfadores en años anteriores en el Coliseum, nuevas esperanzas y los burgaleses completan una Feria que Tauroemoción define como la «mejor de la década» y que ha devuelto la ilusión a los aficionados locales

Morante de la Puebla, que tomó la alternativa en Burgos en 1997, hará el paseíllo en El Coliseum dos tardes. - Foto: Alberto Rodrigo

Este año sí. Este año toca recordar quiénes somos, de dónde venimos, nuestra pasión y nuestra cultura. Nuestra forma de entender los Sampedros. Así arranca el emotivo anuncio de la Feria Taurina que poco después de aterrizar en las redes se volvió viral, sobre todo entre los aficionados burgaleses. Y es que, aunque el pasado año el abono fue de lo poco que se salvó de la quema de las no fiestas, fue solo un espejismo que distaba mucho de la realidad vivida sobre la piedra de los tendidos del añorado Plantío o sobre los modernos asientos del Coliseum. Sin embargo este año todo vuelve a la normalidad. Un regreso que se merecía un serial a la altura. Y se ha conseguido con un abono que combina a la perfección figuras consagradas (El Juli o Roca Rey), triunfadores del Coliseum (Lea, Leonardo, Urdiales, Ferrera o Cayetano), nuevas esperanzas (Tomás Rufo, Ginés Marín o Juan Ortega) y los burgaleses (Morenito y Borjas) con hierros de reconocido prestigio (Luis Albarrán, El Pilar, El Capea y El Torero) entre los que por supuesto no falta el ganadero que lleva en su divisa los colores de esta tierra, Antonio Bañuelos. Una Feria que celebra, además, el 25 aniversario de la alternativa de Morante de la Puebla, el diestro que está marcando por sus atípicas campañas los dos últimos años. Y como guinda del pastel un regreso anhelado por una parte importante del Coliseum, el de Manuel Díaz, El Cordobés, posiblemente el diestro que mejor ha entendido la personalidad tan peculiar de esta plaza en las últimas décadas. No en vano el rubio matador de Arganda atesora 13 Puertas Grandes en Burgos, lo que le convierte en el matador  que más veces ha salido a hombros de este coso.

La Feria arranca esta misma tarde, a las 18,30 horas -un horario que se mantiene en todos los festejos salvo en las novilldas matutinas-, con el festejo rejones que tanta aceptación y tirón tiene entre el público local. Se anuncian, además, tres profesionales que ya saben lo que es triunfar en el Coliseum: Leonardo, Lea Vicens y el burgalés Óscar Borjas que el pasado año no fue anunciado en la Feria. Sin embargo, al igual que ocurre con Bañuelos, el empresario ha cumplido con su palabra de acartelarles este año. Un gesto digno de mención y de reconocimiento público. Los toros llevarán el hierro de Luis Albarrán.

De Salamanca llegarán los astados del domingo, con una divisa histórica en el campo charro, la del Pilar, de grato recuerdo en esta plaza. Antonio Ferrera, uno de los nombres propios de la última Feria antes del COVID abre un cartel que cierra un matador que, pese a su juventud, ya ha tocado el cielo de abrir la Puerta Grande de Madrid, Ginés Marín. Completa el cartel el diestro local, Morenito de Aranda, que atraviesa un momento de madurez torera que ha potenciado aún más ese aroma de toreo clásico y eterno que el ribereño lleva por bandera. Curiosamente, el domingo Morenito tiene un doble compromiso en El Coliseum, puesto que por la mañana se lidiarán en las novilladas en clase práctica animales de su ganadería, Toros de Castilla. Las citas con el futuro, con chavales llegados de varias escuelas taurinas españolas del toreo, son a las 11 y 13 horas y con entrada gratuita. No hay mejor plan matutino en este domingo festivo.ETI

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