"Después de todo lo que me ha pasado, siempre he dicho que lo mejor estaba por llegar. Y así ha sido finalmente". Tras una larga trayectoria primero como tenor y después de someterse a una operación por una acromegalia, una enfermedad rara que produce cambios vocales, desde su nuevo registro como bajo, Rubén Amoretti debuta este mes de mayo en La Scala de Milán, el teatro de ópera por antonomasia, siendo además el único cantante español que actúa esta temporada.
El prestigio que supone actuar en este edificio del siglo XVIII por donde han pasado los grandes cantantes de la historia llega para el bajo burgalés en un momento muy dulce de su carrera al que se suma el futuro rodaje de una película sobre su historia. "Sinceramente es un honor cantar en este maravilloso teatro y llevar el nombre de mi familia y de mi ciudad con orgullo también aquí, la cuna de la ópera. Otro sueño realizado".
Amoretti estará en La Scala hasta el 27 de mayo interpretando el papel de Roucher en las siete funciones de la obra Andrea Chénier, de Umberto Giordano, bajo la dirección de Marco Armiliato. La ópera cuenta la historia del poeta francés del mismo nombre que fue ejecutado por orden de Robespierre durante la Revolución Francesa, y concretamente la relación amorosa que surgió entre Chénier, uno de los precursores del Romanticismo, y la hija de la condesa de Coigny en la celda en la que esperaban para ser guillotinados.
A día de hoy es la ópera más famosa de Giordano y fue precisamente en La Scala de Milán donde se estrenó en 1896. En esta representación Amoretti interpreta al amigo y confidente del poeta. "Es un rol entrañable y bonito de cantar", afirma el bajo burgalés.
"Andrea Chénier es una obra fastuosa, ejemplo como ninguna del gran verismo italiano -movimiento estético que se representaba a finales del XIX y principios del XX mostrando la realidad sin idealizaciones-. Me encuentro además en el templo de la ópera rodeado de grandísimos colegas, todos ellos de prestigio internacional. Y bajo la batuta del gran maestro Armiliato, que dirigió en 1980 El barbero de Sevilla, y que además me ha confesado que conoce y adora nuestra ciudad", añade Amoretti.
Entre las grandes voces a las que alude el burgalés se encuentran, entre otras, el tenor Yusif Eyvazov -que se alternará con Jonas Kaufmann en el papel protagonista- y las sopranos Sonya Yoncheva y Chiara Isotton, que harán lo propio con el de Maddalena de Coigny. Estarán también los barítonos Ambrogio Maestri y Amartuvshin Enkhbat dando voz a Carlo Gérard.
Respecto al largometraje que se prepara sobre la historia de Rubén Amoretti, escrita para la gran pantalla por Gregory Jordan, hay pocos avances, pero los que hay confirman que el proyecto no ha caído en saco roto. El propio cantante asegura que existe el apoyo del Ayuntamiento para este proyecto "que llevará aún más lejos el prestigioso nombre de nuestra tierra". "Todo va bien", añade, mientras avanza que el rodaje se hará "a finales de este año o principios de 2024".
La ópera narra la historia del poeta Andrea Chénier, que fue gillotinado durante la Revolución Francesa.