La llegada de la fibra óptica a los barrios de Bayas, El Lago y El Poblado de los Ángeles se anunció en diciembre de 2021. Unos 500 vecinos aplaudían la noticia, con la dejarían de vivir en desventaja respecto a otras zonas de la ciudad, pero tras la alegría inicial pronto comenzaron las dudas. En una parte de El Poblado y de El Lago esa solución no entró en todas las viviendas, porque hubo zonas que se quedaron sin internet a alta velocidad. Movistar aplazó a marzo de 2022 el momento en el que completaría la implantación, pero después de 15 meses, todavía hay 24 viviendas situadas en ElPoblado, que no tienen lo prometido.

En la asociación Zona 5, que aglutina los barrios mencionados más Cascajos de Bayas y Arce, explican que están «en medio de un bloqueo». Las soluciones aparecen «a cuenta gotas y recientemente han puesto fibra en dos viviendas, pero el problema persiste», lamentan en el colectivo, donde agregan que «en el Ayuntamiento han presentado caso por caso, en lugar de buscar una solución común, porque se supone que hay situaciones particulares, aunque no hay tantas», opinan.

Los inconvenientes para desenredar el nudo lo encuentran en varios condicionantes. El primero de ellos lo apuntan por la falta de comunicación con la empresa, a lo que hay que añadir las normas de la vigente ley de telecomunicaciones, «por la que no se puede tirar ninguna acometida nueva aérea, más que por los postes antiguos y hay dos que están dentro de propiedades privadas  que no dejan pasar», apuntan.

En la asociación comprenden a estos residentes, «porque también piden ciertas cosas que tienen razón», como arreglar los existentes. Aún así, los damnificados son el resto de vecinos, porque Movistar solicitó poner postes nuevos, algo que choca con la normativa y se ha negado. La alternativa pasaría por soterrar el cableado, «que tampoco sería mucho dinero, porque solo habría que sortear a los vecinos que se niegan, ya que del resto tenemos permiso», aclaran en la plataforma.

Además, opinan que la solución está al alcance de Movistar, «porque no sería invertir mucho, pero parece que no están por la labor», reconocen en Zona 5, desde donde recuerdan que la compañía recibió dinero público para la implantación, por lo que no entienden que todavía no hayan desbloqueados este asunto.

Las 24 viviendas afectadas están repartidas en varios puntos, aunque la mayoría pertenecen a la manzana 32, una de las zonas más apartadas del centro de la ciudad y que está junto al vial de acceso al polígono de Bayas por la calle Ircio. También hay otras «junto al colegio, que curiosamente es por donde pasa la cometida que en su día se metió al centro», recuerdan.