Un punto agónico y que sabe a oro para la Arandina

RODRIGO C. LEÓN
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Jorge Rodríguez salva un punto en el último minuto para una Arandina que remó contra viento y marea para recortar la ventaja del Real Ávila (1-1)

Jorge Rodríguez se disfrazó de héroe inesperado y permitió a la Arandina salir de su feudo con un empate que sabe a mucho más que un punto. - Foto: Christian Castrillo

Empate que sabe a oro para la Arandina. El gol de Jorge Rodríguez en la última jugada salva un punto en uno de los duelos más importantes de la temporada. La épica se apoderó de El Montecillo para combatir el 0-1 a favor del Real Ávila. El tanto de Ivi García para los encarnados lastró a una Arandina que supo reponerse en los compases finales (1-1).

Álex Izquierdo apostó por un cambio de sistema. El estratega optó por un 4-4-2 en el que Koke y Chirola ocuparon sendos extremos. Por su parte, el Real Ávila contó con los tres exarandinos: Paisa, Rubio y Adeva. Sobre el césped, un equipo ofensivo, vertical y con altura para crear peligro en duelos aéreos.

La Arandina comenzó enchufada el partido. Dos tiros desde fuera del área dieron fe de las intenciones de un equipo con hambre por los tres puntos. Con el paso de los minutos, el Real Ávila fue igualando la contienda y demostró el enorme potencial que guarda en su parcela ofensiva. El aviso encarnado más importante llegó en el minuto 30, de las botas de Marqués.

A falta de diez minutos para la conclusión de la primera mitad, apareció la primera embestida de los rojillos. A pesar del ligero dominio blanquiazul, la pegada abulense se hizo notar en forma de 0-1. Javi de Mesa aprovechó un error en el costado derecho ribereño, que culminó Ivi García tras un excelente remate de cabeza.

El tanto en contra sentó como un jarro de agua fría para la Arandina. La peor cara de los locales salió a relucir en los últimos compases de la primera mitad. Los blanquiazules acumularon una serie de pérdidas de balón impropias en el transcurso del partido.

La vuelta de los vestuarios no cambió demasiado a los blanquiazules. La superioridad del Real Ávila continuó siendo la tónica dominante. La reacción de Álex Izquierdo apenas tardó diez minutos. El técnico ribereño revolucionó el equipo con la entrada de Zazu y Átomo, autores de goles en el último encuentro en Segovia. Precisamente la entrada de Átomo sacó las mejores acciones del primer tramo de la segunda mitad. El equipo recuperó la intensidad y precisión que tanto anhelaba.

Los últimos diez minutos demostraron el orgullo blanquiazul. Los locales lo intentaron hasta en cinco ocasiones por medio de Haji, Manu Calvo y Zazu. Cuando todo parecía vendido, el milagro se hizo. En la última jugada, Jorge puso el empate tras aprovechar un rechace después de un libre directo de Zazu. Explosión de júbilo en campo y gradas. Un punto que sabe a oro y que deja a los aficionados con grandes esperanzas.