Lo que las matemáticas esconden

B.G.R.
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El programa de estimulación del talento (Estalmat) celebra sus 20 años desde la satisfacción docente de enseñar la aplicación de esta disciplina a cualquier área de conocimiento

De i. a d., los profesores implicados en el proyecto Maite de la Asunción, Antonio Arroyo, Ana Mercedes Rodero y Alfredo Gordillo. - Foto: Luis López Araico

Fueron de los primeros en España en importar un proyecto que nació en la Universidad Autónoma de Madrid de la mano del catedrático Miguel de Guzmán, quien defendió su idea con las siguientes palabras: «Con seguridad se encuentran en una comunidad escolar de cualquiera de nuestras ciudades 20 niños de entre 12 y 14 años con un talento especial para las matemáticas. ¿Qué sucederá con ellos?». De esta forma y con el respaldo de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales nació Estalmat, un programa de detección y estimulación precoz del talento en esta disciplina que celebra el 20 aniversario de su llegada a Burgos capitaneado por la asociación que lleva el nombre de su mentor y la colaboración de la Universidad.

Una de las caras más visibles de este proyecto es Antonio Arroyo, presidente provincial de la Asociación Castellano y Leonesa de Educación Matemática Miguel de Guzmán y profesor durante tres décadas en el instituto Comuneros de Castilla, al que sigue vinculado como docente emérito. «Nunca nos supuso ningún problema encontrar alumnos que quisieran participar en la iniciativa», subraya, destacando en este punto los más de 150 que cada año se presentan para realizar una prueba de la que salen seleccionados 15. Cursan sexto de Primaria y primero de Secundaria y durante dos años dedican tres horas a la semana a esta formación extra, que se imparte en dicho centro, obteniendo después un diploma oficial de la Real Academia.

Puede que el secreto del éxito de este programa se encuentre en su metodología, alejada de los currículos oficiales y basada en juegos, magia, historia, problemas o ejercicios que permiten aplicar esta ciencia a cualquier ámbito del conocimiento, logrando así el «enganche» de los escolares. «Estudiamos las matemáticas que puede haber, por ejemplo, en un juego de estrategia en el que tienen que ganar», explica. Remarca de igual forma que «no pretendemos que sean matemáticos, sino proporcionar una formación que es buena para cualquier actividad de la vida», afirmación que comparte su compañero y también profesor en el Comuneros de Castilla, Alfredo Gordillo, quienes coinciden en la satisfacción de «estar ahí, de ver cómo les gusta la disciplina, al igual que a otros les apasiona el fútbol». 

Imagen de la Olimpiada de Matemáticas celebrada en marzo. Imagen de la Olimpiada de Matemáticas celebrada en marzo. - Foto: Alberto Rodrigo

El afán de investigar y la curiosidad, dos aspectos que, según Gordillo, se trabajan desde el colegio y la propia familia, están detrás de que estos estudiantes se diviertan y no vean en esta ciencia bajo el prisma de asignatura 'hueso' que parece acompañarla, idea que consideran que «está cambiando». Por un lado, porque -según explican- muchas de las técnicas que se aplican en el programa se trasladan en la medida de lo posible al aula, salvando eso sí obstáculos como la afición o voluntariedad que caracterizan al primero. «Para nosotros es como un centro de investigación. Aprendemos muchas cosas», agregan, destacando eso sí el «esfuerzo» docente que supone ese cambio de metodología tradicional a una más activa y atrayente. 

Trabajo en grupo. «A los alumnos les gusta más trabajar a través de la manipulación o en grupo, pero las matemáticas también tienen que estudiarse, practicando y observando cómo lo hace el profesor», sostiene Arroyo, quien valora que «aún queda mucho por hacer en este campo, pero también lo mucho que se ha avanzado». Como ejemplo y retrotrayéndose a hace 20 años, asegura que pocos eran los preuniversitarios que estudiaban la carrera de Matemáticas, mientras que ahora la demanda se ha disparado y con ella la nota de acceso. «La sociedad ha recapacitado sobre su importancia y esa capacidad para resolver problemas que puede aplicarse a cualquier ámbito o empresa», exponen, añadiendo en este sentido que el interés de estos profesionales ha pasado de estar orientado en exclusiva a la enseñanza a que ahora su presencia en esta sea escasa, algo que aprovechan para reivindicar. 

La Asociación Miguel de Guzmán promueve otra serie de actividades relacionadas con la divulgación y la formación del profesorado, contando con el apoyo de la Junta de Castilla y León. Entre ellas destacan las olimpiadas locales de Primaria y Secundaria, celebradas recientemente en la Escuela Politécnica Superior, así como la convocatoria de un premio anual de reconocimiento docente. Su trabajo continúa y para celebrar este aniversario han invitado el 24 de mayo, coincidiendo con la clausura de Estalmat y entrega de diplomas, al académico Manuel de León para que pronuncie una conferencia, si bien antes se desarrollarán tres charlas vinculadas al patrimonio en colaboración con la Fundación Círculo Burgos.