1.077 firmas del comercio contra la peatonalización de Lerma

I.P. / Burgos
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Ante la presión ejercida por el colectivo empresarial, que pide la retirada de la ordenanza, el equipo de Gobierno (PSOE) ha convocado mañana una reunión con la junta directiva. El PP, también en contra

El PP convocó la semana pasada a los vecinos para debatir sobre la regulación propuesta por los socialistas. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Como un éxito, no solo de la villa sino de toda la comarca, define la Asociación de Empresarios y Comerciantes de Lerma la campaña de recogida de firmas contra la peatonalización del casco histórico cuya retirada pide el colectivo al igual que el grupo del PP en la oposición. 

Han sido 1.077 las firmas recogidas en comercios, bares y restaurantes y entregadas en el plazo que fijó el Ayuntamiento para conocer la opinión de los vecinos respecto al borrador de la ordenanza reguladora del tráfico en la villa. Además de estas firmas, la presidenta de los comerciantes, Ana Carmen Ortega explica que habría que sumar las instancias registradas en el Consistorio por vecinos y otros colectivos, aunque hasta ahora se desconoce su número.

En todo caso, se muestra satisfecha de la respuesta vecinal, al mismo tiempo que confirma que, tras la petición de la asociación de una reunión a la alcaldesa, la respuesta ha sido positiva y se ha convocado a la junta directiva mañana jueves a las 20:00 horas. Aunque al encuentro se cita a la junta, Ortega dice que muchos asociados se acercarán hasta el Ayuntamiento aunque no puedan entrar. Y es que la oposición de los comerciales y hosteleros es total contra el borrador de la ordenanza, al entender que ninguno de los motivos expuestos por el PSOE avalan una medida tan drástica, que restringe el tráfico en todo el casco histórico.

Las vías afectadas son las calles Mayor, San Pedro, Santa Clara, Audiencia, Trasera de los Mesones, El Barco, Los Pajares, De la Cuesta, calle Chica, Toril, calle Corta, Esperanza, Luis Cervera, San Juan, Vista Alegre y Cura Merino, mientras que las plazas afectadas serían las de San Pedro, Santa Clara, la Plaza del Mercado Viejo, San Blas y la Plaza Mayor; estas últimas, las más cercanas al Parador de Turismo, quedarían libres de coches.

En el caso de la Plaza Mayor, el borrador explica que solo estará permitido el estacionamiento en el espacio perimetral de la misma, durante 15 minutos, y recoge que en ese espacio seguirán las ferias, mercados, fiestas, eventos deportivos o concentraciones, «estas últimas con la oportuna autorización». 

Según explica la alcaldesa en la providencia hecha pública, con la regulación del tráfico se busca «mejorar la calidad de vida de las personas que viven en esa área y la utilizan con frecuencia con motivo de esparcimiento, visitas turísticas, etc., existiendo en esa zona un tráfico de coexistencia en el que en todo caso resulta privilegiado el tráfico personal». En ese mismo dictamen, la regidora confirma que en todo esa área quedará prohibido el estacionamiento, salvo en los lugares que se señalen a tal efecto, y en las calles Trasera de los Mesones, El Barco (desde el inicio hasta el número 13), Ronda de la Cárcel, Escuadra, Eulogio Ruiz Casaviella, Bodegas y San Juan.

No a los motivos del PSOE. Ni los comerciantes ni el PP, en la oposición, comparten los argumentos del equipo de Gobierno, y consideran, por el contrario, que generará más problemas que los que se pretenden solucionara, insisten Ortega y Alfredo Alonso, portavoz del grupo popular. Este último se queja de la falta de respuesta a la petición realizada para conocer los infames elaborados en los que se basa el borrador de la ordenanza y coincide con los comerciantes en que no hay ningún problema de inseguridad por la «convivencia entre vehículos y peatones», ni de contaminación en la villa ni exceso de densidad de tráfico rodado en las zonas incluidas en la regulación. Por el contrario, los empresarios y comerciantes entienden que la restricción y prohibición de aparcar provocará la exclusión social de los vecinos de edad avanzada y con problemas de movilidad, supondrá un grave perjuicio para la actividad económica del municipio «que no ha sido valorada ni cuantificada», agravará los problemas de tráfico y estacionamiento en el resto de la villa y que el aumento de sistemas de control de acceso generará un alto coste al municipio. 

Ortega confía, no obstante, en que tras la reunión de mañana con el equipo socialista pueda haber acercamiento y que la ordenanza se pueda mejorar «entre todos» en beneficio de los lermeños y los vecinos de la comarca y sin perjudicar a comerciantes y vecinos.

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