Otro clásico hostelero que busca relevo en Salas

B.A.
-

Carlos David García y Ludi Izquierdo venden el Hotel Restaurante Benlloch por 1,1 millones. Lo inauguraron los padres de él en 1968 y cuenta con 13 habitaciones y una suite con jacuzzi

Ludi Izquierdo y Carlos David García, delante de su negocio. - Foto: f2estudio

El sector de la hostelería en Salas de los Infantes no pasa por su mejor momento. En septiembre del 2021 cerró el restaurante Mudarra, donde las ganas y el buen hacer en los fogones de Alfonso Camarero no fueron suficientes para asegurar su continuidad. Hace unos meses echó la persiana de forma definitiva el bar restaurante El Pelayo, uno de los locales más tradicionales y que ha dejado a la ciudad milenaria huérfana de sus famosos tortazos, entre otros manjares de su carta. Y ahora es otro clásico, el hotel restaurante Benlloch, el que ha colgado el cartel de Se vende con la esperanza de encontrar relevo después de más de 30 años bajo el mando de Carlos David García y Ludi Izquierdo. 

El hotel se encuentra en pleno funcionamiento y es el negocio de hostelería de Salas que más espacio ofrece para los comensales y también el que dispone del mayor número de habitaciones, 20.  Todo ello en casi 1.500 metros cuadrados divididos en cuatro plantas y un ático. La baja, donde está el bar restaurante y otro salón con capacidad para 70 personas, además de cocina y almacén; la primera, con un gran comedor para eventos con aforo para 200 personas, una cocina auxiliar y 6 habitaciones; la segunda, con 7 cuartos; la tercera, con 6 habitaciones; y por último un ático que alberga una suite que tiene un gran jacuzzi. Todo ello se vende por 1.100.000 euros.  

«Estamos pensando en retirarnos, aunque nos quedan unos años para jubilarnos. A ver si tenemos suerte y en este tiempo encontramos a alguien que quiera continuar con el negocio, porque es una pena ver como han ido cerrando otros establecimientos y que cada vez vamos quedando menos» comenta Carlos David, que ha pasado prácticamente toda su vida entre las paredes del Benlloch. Sus padres compraron el edificio que albergaba una  ferretería que derribaron para levantar este hotel. Lo inauguraron en 1968 y desde entonces ha sido un referente tanto para pernoctar en Salas como para comer un menú del día o celebrar comidas de amigos, familiares o eventos como comuniones o bodas.  

Fue en 1990 cuando David, el pequeño de los seis hijos que tuvieron Eduardo y Casimira,  empezó a gestionar el negocio con Ludi. Antes lo habían hecho sus padres, sus hermanos y él mismo junto a ellos. «Mi mujer es una magnífica cocinera. Es el motor del hotel. Está en todo», comenta Carlos David, que tiene dentro de este lugar la mayoría de sus recuerdos familiares. «Aquí han nacido hasta algunos de mis sobrinos», afirma este hombre, que ha dedicado toda su vida a la hostelería. «Es un trabajo duro, pero también es bonito ver como los clientes salen satisfechos. Además, también es prestar un servicio, cuando yo voy por ahí me gusta encontrar sitios donde poder comer o dormir». 

Durante estas últimas tres décadas, el matrimonio ha ido reformando por completo, en diferentes etapas, todo el hotel. La última actuación, en 2020, fue para dar una nueva imagen a la zona del bar y crear en su entorno un restaurante. Hace 11 años hicieron otra importante, en el salón de celebraciones para 200 personas y su acceso. «El negocio funciona, y creo que bien. Estamos trabajando ahora más que nunca», relata Carlos David, que asegura que cuando hay competiciones deportivas en Salas o el entorno, el hotel se llena. «También viene gente a hacer turismo y senderismo», apostillan. 

Con el inmueble a la venta confía en encontrar comprador antes de jubilarse, ya que no quiere cerrar el hotel, sino que haya una continuidad. «No lo vamos a hacer hasta que no lleguen otros, salvo que nos toque la lotería», bromea. 

La tradición familiar, en cambio, ha permitido que el bar El Club, en la plaza Condestable de la ciudad milenaria, continué abierto pese a la jubilación de Juan Alonso y Evangelina Alzaga, que lo han regentado durante más de cuatro décadas. En este caso va a ser su sobrino, Iván Sanz, el que tome las riendas de este negocio.