Pues si la Federación Provincial de Hostelería ve inviable la celebración de una feria de tapas en los Sampedros, la concejala de Festejos, Blanca Carpintero, no cejará en su empeño de organizar un certamen callejero de carácter gastronómico en las próximas fiestas. Asegura que va a «intentar por todos los medios salvar» el actual formato «con mejoras», pero si no es así baraja acudir «a otras empresas o entidades», porque lo que quiere el Ayuntamiento es «sacar la comida a la calle» durante las fiestas, pero con un «modelo diferente al de otros años», que, en su opinión, «está en declive».

En todo caso, Carpintero deja claro que va a tratar de que la Feria de Tapas, cuya concreción está negociando con la Federación, «sea una realidad». En estos momentos, el principal obstáculo para que tenga lugar reside en el desacuerdo entre Ayuntamiento y hosteleros sobre quién debe sufragar la compra de los cuadros eléctricos para enganchar las casetas a la red. Los segundos creen que el Consistorio debe correr con los gastos, mientras Carpintero se ha mostrado reacia por el momento. Por el momento, porque en declaraciones ayer a este periódico afirmó que «va a hacer otro intento el próximo lunes para llegar a un acuerdo» con los dueños de los establecimientos.

Subraya que va a «agotar todas las vías», pero que el Ayuntamiento no puede llevar a cabo ninguna actuación que «genere dudas jurídicas» ni «tampoco poner un dinero que no está presupuestado (...)».

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