No hace ni un mes que los más de 3.500 seguidores que tiene la cuenta de Instagram del Monasterio de Silos (@sermonje.eu) leyeron una storie (es una fotografía o vídeo que se borra al cabo de 24 horas) con un mensaje que era una llamada de atención y una petición de ayuda. El retablo de la iglesia de San Pedro de Santo Domingo de Silos, que incluye la figura de la patrona de la localidad, la Virgen del Mercado, necesita como el comer una restauración a fondo, pues los años y las inclemencias meteorológicas han hecho mucha mella en él, por lo que se solicitaba una aportación económica para poder llegar a la cantidad necesaria con la que encargar la obra. El párroco, Ángel Abarca, que también es monje del cenobio, había hecho realidad un crowfunding, idea del anterior cura, Roberto Gayubo. En apenas un par de semanas y a través de la plataforma Gofundme se ha conseguido reunir 1.316 euros.
Esta cantidad se ha sumado a todo lo que el pueblo lleva recogido desde 2021 a través de iniciativas comunes como la venta de lotería y otras más singulares como la donación por parte del Ayuntamiento de Santo Domingo de Silos de las monedas que los visitantes lanzan a la Fuente Grande que está junto al monasterio (una práctica a lo Fontana di Trevi que ha juntado 3.000 euros) y otras generosas aportaciones de la Cofradía de la Virgen del Mercado o de la asociación Amigos de Silos, y la cifra se ha puesto ya en 21.156. Faltan apenas poco más de 8.000 para conseguir el presupuesto total, que ronda los 29.000 aunque Abarca cree que se necesitará algo más.
«En cualquier caso ya estamos en condiciones de decirle a la empresa que puede empezar. Haría muchísima ilusión en el pueblo que se pudiera inaugurar el día de San Isidro Labrador del año que viene», explica el monje, que aún está sorprendido por la rapidez con la que la gente ha reaccionado a su petición en una red social que se caracteriza por el postureo y una cierta impostura.
Esta respuesta se puede entender al leer el texto que, a modo de reclamo, escribió Fray Ángel en Gofundme: «La Virgen del Mercado ha sido durante generaciones un faro de esperanza, consuelo y fe en tiempos de alegría y adversidad. Las delicadas pinturas y esculturas que adornan el retablo en el que se encuentra nuestra patrona nos hablan de la historia de nuestro pueblo y nos conectan con nuestras raíces más profundas. Sin embargo, el paso del tiempo, la humedad y la exposición constante han comenzado a causar daños, dejándonos con una urgente misión: preservar este patrimonio cultural para las futuras generaciones».
(La información completa en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)