Este verano no habrá verbenas. Tampoco bailes con orquesta, discotecas móviles, feriantes, parques infantiles, cabalgatas, charangas, teatro de calle... La suspensión de las fiestas populares deja al sector en un limbo económico y laboral. La inactividad impuesta echa por tierra toda la temporada con la inversión realizada y sin ingresos, y con buen parte de los trabajadores sin posibilidad de acogerse a un ERTE por tratarse de empleos eventuales. Que en los pueblos no suene la canción del verano afecta a un amplio número de profesionales, que en el mejor de los casos han tenido que buscarse otro trabajo.
En la provincia de Burgos hay 400 personas aquejadas directamente por la suspensión de los festejos populares: «Si no nos van a dejar trabajar, por lo menos que nos rescaten porque no vamos a poder retomar la actividad hasta mayo de 2021, y comer hay que comer todos los días», apunta Gustavo Calvo, propietario de la empresa burgalesa Artistas y Orquestas S.L. y miembro de la junta directiva de Acople, Asociación Española de Agencias y Profesionales del Espectáculo.
Calvo señala que a nivel regional han mantenido ya un par de reuniones con el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, para estudiar su situación, y de momento están preparando un censo artístico profesional para que conozcan con números la realidad de un sector que es una industria.
Pero como es un asunto que afecta a todo el país, junto a otras agrupaciones han creado la Coordinadora Estatal de la Verbena y Espectáculos, CEVE, y este jueves tenían prevista una reunión con el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, para reivindicarse como industria y reclamar ayudas al Gobierno: «De no tener respuestas y soluciones estaríamos en riesgo de desaparición, no solo los puestos de trabajo y empresas, sino también la forma en que se conciben los festejos populares y espectáculos», afirman.
«Nos encontramos en una situación dramática. Somos el único sector al que no le dejan trabajar. No tenemos ingresos, pero mantenemos los gastos fijos. Queremos y podríamos trabajar con aforos reducidos, pero nos lo han prohibido. Entonces, tendrán que indemnizarnos tanto a las empresas como a los trabajadores», apunta José Antonio Duque, gerente de la empresa arandina M.& D.R.
«Desamparo absoluto». Ante lo que consideran «el desamparo absoluto» del sector, piden crear una mesa de trabajo sectorial con el Gobierno. «Sin ayudas e incentivos para el mantenimiento de equipos, instalaciones, locales de ensayo, creatividad y capacidad artística de los profesionales y trabajadores vemos inviable la capacidad de sostener durante más de un año las empresas sin ingresos», afirman desde la plataforma.
Igualmente solicitan la paralización de pagos aplazados e impuestos, así como el acceso de todos los trabajadores a la prestación por desempleo por régimen de artistas y también por el general. «Nos encontramos en la delicada situación de la desaparición de una gran parte de la cultura de nuestro país».