El HUBU abre la segunda planta para enfermos de covid

G.G.U.
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Ya hay 43 pacientes en habitaciones convencionales y 7 críticos en la ?UCI. La incidencia es de 462 en la capital, que vuelve a acercarse al umbral del riesgo extremo de infección

El HUBU abre la segunda planta para enfermos de covid - Foto: Christian Castrillo

El HUBU ingresó durante la primera parte del puente a 14 personas a causa de la enfermedad del coronavirus y solo pudo dar seis altas, por lo que tuvo que habilitar una segunda planta para atender a los 43 enfermos de covid: 36 en la de aislamiento que solo se ocupa con infecciosos (la séptima del bloque H) y siete en la inferior (la H6).

Fuentes oficiales señalaron que el aumento de la presión todavía no ha repercutido en la actividad de quirófanos, pero los datos evidencian que sí lo ha hecho en la UCI: con cinco ingresos en el puente amaneció ayer con siete críticos por la covid. En la Comunidad, solo el hospital de Soria aguanta sin críticos por la infección. 

Esta situación es reflejo del aumento de incidencias acumuladas de las últimas semanas, que hasta ahora estaba siendo muy lento y progresivo pero que este puente se ha acelerado. En toda la provincia se notificaron 483 nuevos contagios por SARS-CoV-2 entre el viernes 4 y ayer, lo cual ha provocado que las tasas de contagio a catorce días sean ya de 401,7 en toda la provincia y de 462 en la capital, que se aproxima de nuevo al umbral epidemiológico que determina el riesgo extremo de infección;es decir, a una incidencia de más de 500 contagios por cada 100.000 personas en el período de dos semanas.

Con datos oficiales de ayer, las ciudades de Burgos y Soria, con idéntica tasa de contagios (462), así como la de Valladolid (486,5) son las que peor situación registran en este momento. Ávila, que fue la primera provincia en experimentar un auge brusco de contagios en esta sexta oleada, está registrando ya un cierto decrecimiento de las nuevas infecciones confirmadas. Pero esa situación no se atisba todavía en el resto de la Comunidad, a pesar de que hace una semana que la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, llamaron a la calma en una comparecencia pública y afirmaron que esperaban que el descenso de contagios se iniciara «en días». Algo que, por el momento, no ha ocurrido. 

En Burgos, de hecho, las incidencias acumuladas en el período más corto, el de siete días, todavía son demasiado altas (241,5 en general y 271,5 en la capital) como para facilitar un descenso de incidencias inminente. Ymenos con la existencia de un puente de por medio y la proximidad de la Navidad, con lo que eso conlleva.

Más que en primavera. Las tasas de contagio de esta incipiente sexta oleada ya han rebasado los máximos alcanzados en el pico de primavera, el que sucedió a la Semana Santa, con la diferencia de que ahora hay un porcentaje muy amplio de población vacunada frente a la covid;en concreto, el 81,6% de todos los burgaleses tiene la pauta completa (dos dosis) y otro 22% ha recibido ya el refuerzo.

Esa situación debería evitar que la sexta oleada impactara de forma significativa en los hospitales, pero la realidad es que la apertura de una segunda planta de atención a la covid en el HUBU es una mala noticia. Cuantas más camas requieran los enfermos infecciosos, más personal habrá que dedicar a su atención y eso, la más de las veces, conlleva que hay que detraerlos de otro sitio. Esta situación se da, más acusada todavía, en la UCI, que si necesita ampliar espacios y extenderse necesitará efectivos que ahora están trabajando en otro sitio;las más de las veces en el bloque quirúrgico.