Parece que su presencia en las calles es menor, pero desde que el estado de alarma empezó a relajar el confinamiento de los burgaleses las fuerzas y cuerpos de seguridad no han dejado de multar. De hecho, desde el 26 de abril, cuando el Gobierno permitió la salida a la calle de niños acompañados por un adulto, la cifra de denuncias se ha disparado y en la provincia ya alcanzan las 7.321, un 70% más que las puestas hasta esa fecha, con datos del pasado lunes facilitados por el Ministerio del Interior.
Las policías locales de la ciudades importantes de la provincia han abierto un total de 2.544 expedientes sancionadores, mientras que la Policía Nacional -en Burgos capital, Aranda de Duero y Miranda de Ebro- y la Guardia Civil -en carreteras y pueblos- han puesto 4.777 denuncias. En los dos meses de estado de alarma el número de detenidos se leva a 47, 30 de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y 17 de las policías municipales.
En Castilla y León hay una provincia, la de Valladolid, que supera a Burgos en sanciones, pues ya contabiliza más de 10.000, en concreto 10.143. Después está Burgos y tras ella, León, con 5.896 expedientes sancionadores abiertos. Le siguen Salamanca, con 4.794; Zamora, con 4.243; Palencia, con 2.882; Segovia, con 2.816; Ávila, con 2.804, y, por último, Soria, con tan solo 1.495. En Castilla y León las denuncias han alcanzado ya la cifra de 42.414. Y en España poco falta para llegar al millón, pues ya hay que contar 922.598.
Según los datos aportados ayer en rueda de prensa por la concejala Blanca Carpintero, entre el 3 y el 11 de mayo, la Policía Local levantó 17 actas de denuncia por salidas irregulares de menores con sus padres; 158, por concentraciones de jóvenes; 28, por paseos de personas de más de 70 años; 41, por practicar deportes al margen de los criterios establecidos. Impuso 304 sanciones a ciudadanos entre 14 y 70 años.
El ministerio que dirige Fernando Grande Marlaska envió hace 15 días un documento a todas las delegaciones del Gobierno en el que se establecían las bases para que se pudieran comenzar a tramitar las denuncias confeccionadas por los agentes. Del mismo modo, se fijaba un baremo sobre circunstancias en las que se habían producido las infracciones y la cantidad económica de la multa.
Según la tabla de Interior, solo por salir a la calle sin una justificación, una persona se enfrenta a 600 euros de sanción, una cantidad que se incrementa en función de la gravedad, como el enfrentamiento con los agentes o el riesgo que se genere hacia el resto de ciudadanos, hasta los 10.400 euros, montante que supone, por ejemplo, reunirse o montar una fiesta. En el caso de Burgos, la mayoría de las infracciones han sido de 600 euros.