¡Nos gusta el fútbol!

@jorgealopez18
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La imagen de las gradas de El Plantío fue excepcional. Pero son las 2.500 personas que 'chupan' frío cada domingo las que marcan la afición

Es bonito ver El Plantío casi lleno. Reconforta que el estadio por el que han pasado dos de los grandes de la historia, Cruyff y Maradona; en el que se han producido imágenes para la historia como el calentamiento de Luis Aragonés; en el que goleó en la 2003/04 Aritz Aduriz y en el que empezó a convertirse en inmortal el eterno ídolo Juanito; rezume fútbol del más alto nivel, más allá del decepcionante resultado final.

Es positivo también que en la televisión se recuerde El Plantío, que el aficionado medio de más de 35 años mantenga en su memoria que, no hace mucho, hubo una capital de provincia futbolera. El Conexión Vintage que Teledeporte dedicó a nuestros históricos hace diez días también ayuda. Como culé que soy, he leído infinidad de veces en libros sobre jugadores, técnicos, o el propio club que, hasta la llegada precisamente de Johan Cruyff al banquillo, el Barça era un equipo incapaz de dar el gran salto porque, después de ganar (no siempre) al Real Madrid, el Atlético y el Athletic, perdía Ligas en Los Cármenes de Granada o El Plantío.

Ojalá pueda volver pronto la sub 21 a Burgos. Ojalá veamos las gradas del estadio llenas. Pero, hasta que eso suceda, habrá que dar el mérito que se merecen y reconocer a los 'verdaderos' futboleros de la capital (y provincia). Es fácil acudir a la llamada de la selección española, por el doble vínculo deportivo y patriótico que supone. Sin olvidar que el combinado nacional acude a Burgos cada tres o cuatro años, lo que elimina el factor hartazgo. También la afluencia aumenta cuando el equipo se ha jugado un ascenso, como ante El Palo o Lanzarote. Cuando las cosas van bien, a todos nos resulta más fácil subirnos al barco.

Pero, para mí, lo que marca la afición al fútbol que hay en Burgos y demuestra que aquí gusta, y mucho, el fútbol son los 2.500 valientes que acuden un domingo de febrero a ver un Burgos-Somozas con gorro, bufanda y guantes para evitar que las manos se congelen. Los que participan en foros, compran el Diario de Burgos cada lunes para leer la crónica, viajan a León para empujar o se desplazaron a Palencia en mayo de 2008 para animar al equipo en su momento más duro. También quienes se acercan a Pallafría o Castañares para ver un partido de Tercera o a los juveniles, "para ver si hay futuro".

Pasa lo mismo con el baloncesto: a todos nos gusta disfrutar de Gasol en el Coliseum, pero yo a quien realmente admiro es a los 1.800 socios que animan cada viernes al San Pablo Inmobiliaria y lo hicieron en el último año con el Autocid Ford pese a saber que el equipo no jugaría en ACB.

Algunos han aprovechado la visita de la selección para criticar el fútbol que vemos en Burgos. No es, ni más ni menos que el fútbol que nos hemos ganado, y si queremos disfrutar de lo que en estos momentos disfruta Miranda de Ebro, por ejemplo, tendremos que ganárnoslo. Burgos es una ciudad y una provincia futbolera, con afición, con ganas de tener equipos potentes y competitivos. Y son los 2.500 que pasan frío viendo al Izarra la raíz de la que rebrotarán las grandes tardes de fútbol en El Plantío, esperemos que pronto. Son ellos los que hacen que la llama del fútbol siga latente, esperando para ocupar de nuevo un lugar entre los grandes. Por eso, mi reconocimiento y agradecimiento a todos ellos.