Repsol pierde 2.484 millones por la COVID

Agencias
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Los efectos de la crisis y la depreciación del petróleo y el gas son los responsables del balance de la petrolera que, no obstante, mantiene su compromiso de retribución con sus accionistas

Repsol pierde 2.484 millones por la COVID

Repsol registró unas pérdidas netas de 2.484 millones de euros en el primer semestre del año tras apuntarse unos impactos de 2.673 millones por la pandemia en la valoración de sus inventarios y por la revisión en su hipótesis de precios futuros del crudo y del gas y el ajuste del valor de sus activos de Upstream (Exploración y Producción).

En concreto, la situación sin precedentes provocada por el coronavirus, que ha llevado a un desplome histórico de los precios del crudo y del gas, ha tenido un impacto negativo de 1.088 millones en los inventarios de la compañía.

Además, el grupo presidido por Antonio Brufau ha ajustado sus hipótesis de precios, lo que ha afectado al valor contable de sus activos de Upstream, reflejándose en un impacto de 1.585 millones.

En este complicado entorno para el sector por la crisis sanitaria, el resultado neto ajustado de la petrolera, que mide específicamente el desempeño de los negocios, ascendió a 189 millones de euros.

Así, el modelo de empresa integrada, junto con su flexibilidad y resiliencia, han permitido en este escenario de recesión mundial a Repsol que, en su conjunto, los negocios obtuviesen un resultado positivo.

La pandemia mundial ha supuesto un impacto sin precedentes en las cotizaciones del crudo y del gas, con caídas muy duras en el segundo trimestre de 2020, en el que la demanda experimentó el mayor colapso de la historia.

A finales de marzo, el grupo ya aprobó un Plan de Resiliencia para hacer frente en este ejercicio a la crisis. En este sentido,  ha decidido aumentar su estimación inicial de reducción adicional de los gastos operativos hasta los 450 millones de euros y llevar el recorte en las inversiones hasta los 1.100 millones manteniendo la optimización del capital circulante en cerca de 800 millones de euros.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, puso en valor que la compañía está cumpliendo con los objetivos de su Plan de Resiliencia, «asegurando la robustez del balance y reiterando su compromiso de liderar la transición energética y alcanzar las cero emisiones netas en 2050».

Este plan incluye como objetivo que la deuda neta del grupo no se incremente en el ejercicio 2020, si bien, gracias a las medidas adoptadas, Repsol redujo su pasivo neto en el último trimestre hasta los 3.987 millones, cerca de 500 millones menos de la de 31 de marzo.

Repsol mantiene el compromiso de retribución a sus accionistas y reitera que para este 2020 su objetivo es el euro por acción y, de cara al futuro, asegura que su objetivo es estar entre las compañías del Ibex más atractivas por pay out.

Nuevo plan estratégico.

Por otra parte, el grupo presentará su Plan Estratégico 2021-2025 el próximo mes de noviembre, con el objetivo de lograr emisiones netas cero en 2050 al tiempo que mejore su posición de valor global.