El juicio seguido la semana pasada en la Audiencia Provincial contra la banda de albaneses que desde un piso franco alquilado en Villarcayo desvalijó 17 viviendas entre octubre y diciembre de 2017 ha concluido con un pacto entre los tres acusados, la Fiscalía y las acusaciones particulares. Para los tres hombres, la Fiscalía pedía penas que sumaban 21 años de prisión, pero el acuerdo se ha cerrado con una pena de 5 años para cada uno que se podría haber sustituido por su inmediata expulsión del país.

Sin embargo, esta medida de expulsión no se llevará a cabo, puesto que los tres condenados, ahora en prisión preventiva, están pendientes de ser juzgados por otros procedimientos penales iniciados en otras provincias contra ellos. En cualquier caso, el pacto establecía la prohibición de regresar al territorio español en el plazo de 8 años.

La banda inicialmente estaba compuesta por seis personas, pero tres de ellas posiblemente volvieron a su país y se encuentran en busca y captura. Los robos que se imputan a los condenados tuvieron lugar en Villasana de Mena (2) y Entrambasaguas; Quintanaortuño (2); o en localidades cántabras como Parbayón, Santa María de Cayón, Liendo, Rasines, Guarnizo o Vargas; así como en La Rioja y Navarra. Por ello, la Fiscalía solicitaba para S.Z., 7 años y 6 meses de prisión y para H.C. y E.L., sendas penas de 6 años y 9 meses, todas ellas incompatibles con la medida de expulsión del país, que solo se puede aplicar para penas hasta el límite de 5 años.

En sus robos con fuerza accedían a las viviendas por ventanas y balcones en busca de dinero en metálico, joyas, objetos electrónicos o ropa de marca. Llegaron a robar en cinco viviendas en Navarra en la misma jornada. El número de casas dependía del botín obtenido. Si era jugoso se conformaban con una sola y volvían a Villarcayo.