Los plazos en las administraciones públicas siempre son tediosos, máxime si nos referimos a una obra de la envergadura delParque Tecnológico. Es por ello que la Junta de Castilla y León ha optado por una vía alternativa para agilizar y adelantar el inicio de los trabajos de urbanización de esta infraestructura lo máximo posible.Para ello, el Ejecutivo regional ultima la redacción y rúbrica de un convenio urbanístico en virtud del cual será la empresa públicaSomacyl la encargada de la licitación y adjudicación del proyecto, con lo que los tiempos se acortarían a menos de la mitad de los inicialmente previstos para este tipo de casos.
Si normalmente sacar a concurso y conceder unos trabajos como los del Parque Tecnológico podría dilatarse hasta los 6 o 7 meses, la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) es capaz de tenerlos listos en entre dos y tres. De este modo, la Junta prevé contar con una adjudicataria en el primer cuatrimestre del próximo año, plazo en el que arrancarían los trabajos si nada se tuerce.«Si nos tuviéramos que enfrentar a un proceso de licitación pública al uso, con el riesgo que ello conlleva, podría ocurrir como la última vez y dilatarse en el tiempo.Somacyl gestiona de forma muy rápida», reconoce JuanCarlos Suárez-Quiñones, consejero de Fomento y Medio Ambiente.
Es su departamento el que se encargará de la ejecución material de la obra en virtud de ese convenio urbanístico, aunque el montante económico, los 27,5 millones de euros en los que se ha cifrado la ejecución del proyecto, se sigan aportando desde el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE).Este corresponde a la Consejería de Economía yHacienda, cuyo titular, Carlos Fernández Carriedo, ha dirigido el proceso durante los últimos meses hasta el momento actual.
El plazo de ejecución de los trabajos está fijado en 24 meses, por lo que el final de obra podría producirse en los primeros compases del 2024. Desde que la Junta empezó a invertir en elParque Tecnológico, allá por el año 2006, se han destinado alrededor de 48 millones de euros.La inyección económica ascenderá de este modo hasta los 75 millones para tener lista la urbanización completa de la primera fase, que comprende 62,4 hectáreas de las 129,8 que tendrá de extensión la infraestructura. Esta dotación, que acumula más de una década de retrasos, es una de las eternas aspiraciones del tejido empresarial burgalés.
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