La industria facturó 980 millones en la Ribera en 2019

L. Núñez
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El sector agroalimentario representa el 33% de la economía comarcal, que sumó otras 959 empresas desde 2015 a 2019

La industria facturó 980 millones en la Ribera en 2019

La relevancia de la industria en Aranda y la Ribera del Duero es "total y absoluta". Así de rotundo se manifestó ayer el vicepresidente de Asemar, Roberto Rojo. Los datos hablan por sí solos: este sector facturó 984 millones de euros en 2019, lo que representa un 41% del volumen de negocio total que se calcula que existe en la comarca.

 

Se trata, tal como subraya la asociación empresarial ribereña en su último informe-revista, de un tejido "fuerte y dinámico" en el que destaca su carácter familiar y local. "Una inmensa mayoría de empresas han sido creadas por emprendedores arandinos y ribereños que han sabido mantener el negocio durante varias generaciones hasta llegar a cifras que en conjunto generan riqueza y permiten tener una visión esperanzadora". De hecho, Aranda se erige como el tercer polo industrial de Castilla y León, por delante de siete capitales de provincia. Pero no sólo eso. De acuerdo con el Colegio de Economistas de Burgos, el sector industrial de la Ribera es un 30% superior a la media del PIB provincial.

 

Michelin ocupa la primera posición en cuanto a facturación. Aunque no tiene su sede social en Aranda, "sí genera una riqueza que se queda en la zona". Así, desde Asemar estiman que su volumen de negocio en la comarca ronda los 533 millones de euros.

Por detrás se sitúan Aranda Coated Solutions (96 millones), Tubos Aranda (83 millones), Glaxo (71 millones), Tecnoaranda (39 millones) o Todoaceros (33), entre otros.

 

Ante este panorama, Rojo no dudó en reclamar al Ayuntamiento que "cuide y mime más los polígonos industriales". De hecho, tal es la relevancia de la industria en la comarca, que desde Asemar confían en recuperar el nivel de actividad precovid en 2022 y no en 2024 como estiman la inmensa mayoría de previsiones efectuadas tanto a nivel estatal como europeo.

 

Tras la industria, el sector de la agroalimentación se sitúa en segundo lugar en cuanto a fortaleza: facturó más de 812 millones de euros en 2019, lo que representa el 33% de la economía comarcal. Entre ambos, suman casi el 75%.

La clasificación de las "empresas agroalimentarias más fuertes", como las denominó Juan Cereijo, responsable de la última revista, lo lidera Calidad Pascual, cuyas ventas superaron en 2019 los 632 millones. En segundo lugar aparece Harinera Arandina, con más de 43 millones. Mientras, la compañía Porcipar (34 millones) se sitúa en tercer lugar.

 

Por su parte, las bodegas acogidas a la Denominación de Origen Ribera del Duero facturaron casi 130 millones de euros, una cifra que supone el 5% del total. Otro 5% corre a cargo del sector servicios, cuyas ventas superaron los 112 millones. La hostelería por sí sola alcanza los 31 millones de ventas anuales.

 

Casi al mismo nivel se sitúan sectores como el comercio minorista, la construcción y promoción, comercio al por mayor y transporte. Cada uno de ellos aporta un 4% a la economía comarcal, siempre según datos de la empresa INFORMA Business by Data para Asemar.

 

959 compañías más. El dinamismo empresarial también se refleja con la evolución de los últimos cinco años, periodo en el que se crearon 959 firmas en la Ribera del Duero burgalesa, equivalente a 192 nuevos registros anuales.

La mayor vorágine tuvo lugar en el año 2015, cuando se contabilizaron 244 empresas más. Prácticamente una de cada cinco compañías fundadas hasta 2019 son comercios al por menor.