30.000 rutas para repartir vacunas

Agencias
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La distribución farmacéutica se ofrece para coordinar la logística de la inmunización contra el COVID-19, al tiempo que crece el malestar en las regiones por la lentitud de la vacunación

Cataluña ha recibido 60.000 dosis, pero solo ha vacunado a 7.800 personas. - Foto: CHARLES PLATIAU

Al servicio de la vacuna. Las farmacias de toda España y en concreto su red de distribución se han puesto a disposición de las distintas Administraciones para prestar su apoyo para la distribución de las nuevas profilaxis contra la COVID-19. No debe olvidarse que el reparto farmacéutico cuenta con más de 30.000 rutas que recorren unos 574.000 kilómetros diarios por todo el territorio nacional, por lo que su apoyo logístico puede ser muy eficaz para distribuir los diferentes productos que vayan aprobándose, detalló ayer la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar).

En este sentido, el sector recordó que la frecuencia media de los repartos a las oficinas de farmacia es de unos tres diarios, con un tiempo de respuesta medio de unas tres horas. Esto convierte a la red logística del ámbito farmacéutico español en una de las mejores en cuanto a relación precio y efectividad, pese a que cerca del 40 por ciento de las rutas no son rentables.

Por ejemplo, tras la irrupción de la pandemia, Cofares, la mayor cooperativa de distribución farmacéutica de España por cuota de mercado, reforzó sus 1.500 rutas de distribución habituales con otras 75 para mejorar su servicio. Además, para la distribución a la red hospitalaria de todo el territorio nacional, amplió las entregas a dos diarias.

El presidente de la patronal, Eladio González Miñor, explica que se han tenido que crear turnos separados de trabajo para reducir riesgos, igual que en muchos otras divisiones industriales y de reparto, lo que ha derivado en un aumento del coste de las plantillas. «Por lo demás, se ha logrado dar un suministro correcto, han llegado todos los medicamentos de forma habitual a todas las oficinas, a pesar de los momentos críticos de la pandemia», asevera.

Según Jesús Porres, director general de Bidafarma -la segunda mayor cooperativa de distribución de fármacos en España-, al comienzo de la crisis sanitaria hubo cierta «psicosis» para adquirir determinados medicamentos y productos de protección, lo que supuso un incremento importante de la demanda a la que tuvieron que responder para dar servicio a la población.

«Estábamos en medio, como servicio esencial para los ciudadanos», explica Porres, quien añade que la pandemia ha afectado también a su propia gestión interna, como ha pasado en miles de empresas, que han tenido que apostar por el teletrabajo en la medida de lo posible y potenciar al máximo la seguridad de sus empleados.

Los cinco mayores grupos, Cofares, Bidafarma, Unnefar, Hefame y Allianz Healthcare, controlan más del 60 por ciento del mercado y facturan más de 1.000 millones de euros anuales.

 

Una situación anómala

Entre tanto, la campaña de vacunación avanza a un ritmo más lento de lo previsto en esta primera semana de inmunización, tanto en España como en el resto de Europa, lo que ha levantado numerosas críticas por parte de las autonomías.

Así, dos de las regiones más pobladas, como la Comunidad de Madrid y Cataluña, indicaron ayer que el ritmo al que se están administrando los fármacos es especialmente lento en ambos territorios. Madrid solo ha administrado el seis por ciento del número de dosis que recibió la pasada semana. En el caso de Cataluña, el porcentaje es del 13 por ciento.

Madrid ha vacunado a 3.090 personas de 60 residencias, según informó el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, y añadió que la intención es que en los próximos siete días se inmunice a entre 10.000 y 15.000 personas más (el 30 por ciento de lo previsto). Mientras, Cataluña ha recibido hasta el momento 60.000 dosis del suero de Pfizer/BioNTech, pero solo ha vacunado a 7.800 personas, a pesar de que la Generalitat contaba con tener inmunizadas en dos semanas a las 104.000 personas que viven y trabajan en las 1.408 residencias de la comunidad. Según explicaron fuentes de Salud, varios problemas logísticos y dificultades de trámites y administrativas han provocado esta situación.