Cerca de doscientos burgaleses han recorrido las calles de la ciudad en protesta por la situación actual de las pensiones. Con el foco puesto en la reforma del ministro Escrivá el colectivo censura la propuesta del Gobierno central porque, de aprobarse, no solo mantendría los recortes anteriores sino que agravaría la situación de los futuros pensionistas y deja a lo que decida el Ejecutivo de turno la revalorización de las pensiones.
«No es posible que la pensión mínima fijada sea menor al sueldo mínimo interprofesional, aunque seamos personas mayores tenemos nuestros gastos y merecemos vivir dignamente», comentaban los manifestantes.
Pero tal y como ellos mismos señalan no es solo una queja de lo que se puede suceder en los próximos años, es pensando también en las generaciones futuras. «Cómo va a poder cotizar veinticinco años un jóven que vive en un país donde el paro juvenil supera el 20%, es imposible», señaló Piedad, una enferemera retirada que participó en la protesta.