"El indulto a condenados en firme por el TS no es viable"

M.L.M. (ICAL)
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El expresidente del Senado señala que "hay tal inconvenientes jurídicos, políticos, de mayorías parlamentarias y de opinión pública que el proceso, tal y como se ha venido anunciando desde distintas fuentes estos últimos días, no va a llegar a puerto

El rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, y el expresidente del Senado Juan José Laborda, presentan la Cátedra Monarquía Parlamentaria de la UBU. - Foto: Ricardo Ordóñez (ICAL)

El expresidente del Senado, Juan José Laborda, aseguró hoy que "el indulto no es viable en el caso de las personas condenadas en firme por el Tribunal Supremo de España" ante la polémica suscitada tras conocerse la intención del Gobierno central de conceder el indulto a los condenados por el ‘procés’. 

A preguntas de los periodistas durante la presentación de la Cátedra Monarquía Parlamentaria de la Universidad de Burgos, manifestó que "lo que aparece en la Constitución referente a los indultos aparece en el Título Segundo donde se dice que están prohibidos los indultos y que es una prorrogativa del rey sometido a la Constitución".

Así, desde ese punto de vista, Laborda explicó que "el indulto ahora no es un indulto de un gobierno de personas" sino que "el indulto es una acción de un gobierno de leyes y de ese punto de vista, modestamente creo que el indulto no es viable en el caso de las personas condenadas en firme por el Tribunal Supremo de España".

En este contexto, el actual consejero electivo del Consejo de Estado justificó esta afirmación aludiendo a que "porque la ley del siglo XIX, una ley acristalada en el tiempo, al fin al cabo es una ley que surge en el momento más avanzado del siglo XIX español, después de la Revolución Gloriosa, la ley del indulto de 1870 dice que es necesario que haya arrepentimiento y no lo hay en este caso".

"Pero yo por más allá porque el problema no es que no hay arrepentimiento, el problema es que dicen explícitamente que lo volverían a hacer", apostilló. Laborda indicó que "no quiero hacer comparaciones demagógicas, porque me opongo a la demagogia, pero alguna comparación modélica en términos de modelo de Max Weber".

Así, declaró: "Imagínense un apoyo a cualquier gobierno que proponga indultos para algún condenado por delito de terrorismo y que diga que no solamente no está arrepentido sino que volvería a repetir el delito. Qué diría la opinión pública española? Hoy en día, la opinión pública española, aunque tiene que responder cualquier responsable político, mayoritariamente no acepta ese tipo de actuaciones".

Finalmente, el que fuera presidente del Senado en dos legislaturas consecutivas (de 1989 a 1996) y llegara a ser el senador con más años en activo en la Cámara Alta concluyó con lo que tildó de "opinión puramente personal y puramente e hipotética" y dijo: "Hay tal inconvenientes jurídicos, políticos, de mayorías parlamentarias y de opinión pública que yo creo que el proceso, tal y como se ha venido anunciando desde distintas fuentes estos últimos días, no va a llegar a puerto; me da la impresión".

División en el PSOE. Acerca de la división y las críticas en el PSOE ante los posibles indultos del ‘procés’, Laborda subrayó que en este partido político "hay discusión porque hay pluralismo", al tiempo que reconoció que aspira a que "ese pluralismo surja y se exprese con tranquilidad porque estamos hartos de que se etiquete a gente en función de las opiniones".

"La democracia no es un sistema que funcione solo a base de medios", afirmó, y agregó que "la democracia es un sistema para cooperar porque parte de los problemas que tenemos, incluido el de Cataluña, los condenados y el indulto, es porque no hay ningún tipo de acuerdo en el mundo parlamentario".

En este sentido, el expresidente del Senado reconoció que es algo que le "asombra" porque, según relató: "Soy un viejo parlamentario, que hace cuarenta y tantos años nos pusimos de acuerdo gente que pensamos bien distinto, y hoy que las diferencias ideológicas son mucho menores no es posible el acuerdo".

"Haremos la interrogación de decirnos a nosotros mismos que precisamente porque no hay diferencias de fondo, ideológicas, extreman los elementos de polémica y de confrontación", se preguntó, al tiempo que señaló: "Pues esa es una pregunta terrible y yo no la contesto", concluyó Juan José Laborda.