Así se lía a Nacho Cano

Adrián del Campo
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Ajenjo y Adrados cuentan cómo lograron sumar al ex-Mecano al cartel del Sonorama y adelantan detalles de un concierto «único»

Javier Adrados (izq.) posa junto a Javier Ajenjo en la plaza del Trigo, uno de los lugares emblemáticos del Sonorama. - Foto: A. del Campo

Javier Adrados y Javier Ajenjo. El promotor musical que ha llevado a Amaral o La Oreja de Van Gogh y el director de Sonorama Ribera respectivamente. Ellos son los principales culpables de la vuelta de Nacho Cano a los escenarios. Son la envidia de la industria musical por conseguir que el ex-Mecano se ponga de nuevo a los teclados tras 22 años sin dar un concierto. Y aquí surge la pregunta que sobrevuela muchas conversaciones: ¿cómo se lía a Nacho Cano? Entre risas y con el brillo en los ojos de haber conseguido algo «único», Adrados y Ajenjo cuentan los secretos que les han llevado a sumar al «alma de Mecano» al cartel del Sonorama.

El promotor musical confirma que lo primero fue cerrar la presencia de Cano «diciéndole que podría hacer lo que él quisiera». «Qué le vas a decir», apostilla Ajenjo. La idea surgió en una conversación informal entre los dos. Adrados le habló a Ajenjo de su disco tributo ‘Descanso Dominical’ y medio en broma medio en serio le dijo: «El próximo verano tenemos que hacer Descanso Dominical». La respuesta del director del Sonorama fue inmediata: «Ojalá venga Nacho». Ahí fue donde el promotor pasó de considerar la opción «una utopía» a una realidad. «Algo vi en la mirada de Javier que me despertó que yo se lo propusiera a Nacho», declara.

La conversación entre amigos derivó en todo lo demás. «Empezamos a hablar de cómo le vamos a plantear esto, con qué gente podíamos contar... y ya definimos un poco la estrategia para torear al morlaco», explica Ajenjo. Los lazos que unen a Cano y Adrados fueron vitales. «Sin Javi, Nacho no estaría en Sonorama», recalca Ajenjo. El promotor le envió un mail «muy personal» del que desvela la frase: «Nacho, piénsatelo».

La conexión que se creó entre el Sonorama y Cano fue tal que agilizó un proceso que se presentaba complicado. «Si hubieran llamado de otro festival no hubiera surgido. Hubo tan buena sintonía que no me costó convencerle», declara Adrados. El mérito es mayor al tratarse de un artista que no estaba girando, eso lo hace diferente de otras grandes confirmaciones, admite Ajenjo. «Lo primero que existe es un temor por su parte. La exposición de un artista que no tiene nada que demostrar es innecesaria. Entonces tienes que rodear esa proposición de mucho cariño, desligarla de cualquier objetivo...», declara el director.

UNA GIRA EN UN CONCIERTO

Una vez confirmado el nombre, queda crear todo el espectáculo que se vivirá el 10 de agosto en el Sonorama. Será un show de mayor duración que el resto de pases del festival, abierto a toda la discografía de Mecano pero, como recalca Ajenjo, será sobre todo un concierto de Nacho Cano, donde habrá incluso temas compuestos por él para otros músicos. «El otro día se lo dije a Nacho, es la única vez en 22 años que nos hemos reunido previamente con un artista para preparar todo a todos los niveles. Nacho ha remusicalizado las canciones. Está creando todo un espectáculo único. Está haciendo algo para Sonorama absolutamente especial. Es como si un señor prepara una gira, pero no va a dar una gira, va a dar un concierto», explica Ajenjo.

El concierto contará con una banda fija, «de rock potente», promete el director, con coro y con Nacho Cano a los teclados. Los vocalistas irán rotando y serán «cabezas de cartel que han pasado por el Sonorama». Todos ellos, apostilla Adrados, «por muy grandes que sean, al final tienen que aceptar que están dirigidos por Nacho Cano». «El concierto no es el de un cantante que podría ser más fácil, aquí la base son las canciones, la instrumentación y  lo realmente difícil es casar eso con los vocalistas de primerísimo nivel que vamos a tener», añade Javier Ajenjo.

Entre los nombres que saltarán al escenario, el director del Sonorama confirma a Mikel Izal y Miss Caffeina, que lo han publicado en sus redes. «Es imposible decirles: no colguéis nada», admite Ajenjo para luego no avanzar más artistas y prometer que «habrá sorpresas hasta el final». En esta quiniela también sale el nombre de Ana Torroja, que entre risas no descartan pero que dan casi por imposible. Y de ahí se desliza la opción de volver a juntar a Mecano. Adrados lo ve difícil, pero Ajenjo se atreve a soñar y dice que el concierto de Nacho «puede despertar un apetito en sus compañeros» para acabar con una frase alentadora: «Tenemos un festival que se ha alimentado de eso, de imposibles».

CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN

Es difícil que de una comarca rural salgan dos referentes de la música nacional. Pero la Ribera del Duero se saltó este tópico hace años. Lo hizo gracias a dos figuras como Javier Adrados y Javier Ajenjo. El primero nació en Moradillo de Roa y de ahí ha hecho carrera en Madrid llevando a varios de los mejores grupos del país. Por su parte, Ajenjo se ha erigido en la cabeza visible del festival arandino Sonorama. Evento que ha crecido hasta convertirse en referencia nacional gracias a su apuesta por la música española.

Entre ellos existe una relación cercana  marcada por lo que les une. «A los dos nos encanta la música y la emoción», declara Adrados. «El trasfondo es ese», refuerza Ajenjo. Con carreras de alguna forma paralelas, los dos han mantenido siempre una «lucha» por sus «sueños y su tierra». Ambos se dedican elogios y coinciden en destacar su «cercanía» y «corazón».  Adrados va más allá y agradece a la obra de Ajenjo poder haber visto en su comarca una escena que celebra: «La primera vez que vi en Aranda a dos tíos de la mano y besándose libremente fue en un Sonorama».