La consejera de Educación, Rocío Lucas, aseguró hoy que asume el cargo “con muchísima satisfacción” y “responsabilidad”, y que en la nueva legislatura afrontará un “reto” que calificó como “apasionante” pero también “difícil”, ya que “los indicadores de la Comunidad autónoma en materia educativa están muy por encima de la media”. “El listón está muy alto y eso hay que seguir manteniéndolo y mejorándolo, además de actuar en aquellas otras materias donde todavía queda mucho por hacer”, argumentó.

Tras agradecer la confianza del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el apoyo que ha recibido de otras personas a lo largo de su trayectoria profesional y política, recordó que la Consejería de Educación no le resulta “ajena”, ya que durante ocho años ha sido directora de Recursos Humanos. “Fue mi primer destino cuando fui trasladada desde Soria a Valladolid, y me ha acompañado durante las distintas responsabilidades que he tenido tanto en la parte de función pública como en la parte de empleo”, explicó.

Cuestionada sobre la posibilidad de que la EBAU única sea una realidad, destacó que “es un tema de competencia estatal”, con lo cual a la Junta lo único que le queda es “insistir en la dificultad que implica para Castilla y León tener distintas EBAU para todos los territorios, ya que los alumnos de esta tierra están entre los más brillantes de España”. “Hay que seguir insistiendo con argumentos de peso para que al final acabar convenciendo. El otro día la ministra comentaba que sí es posible retocar o mejorar algunos aspectos de la EBAU, con lo cual algo se está consiguiendo. La idea es que consigamos que sea una prueba única”, sentenció.