El coronavirus ha virado el rumbo de las administraciones, que intentan paliar los daños de la enfermedad en la economía. El comercio minorista es uno de los sectores más perjudicados y para salvarlo, organizaciones empresariales, comerciantes y hosteleros acudieron al Ayuntamiento de Miranda para proponer una campaña de bonos con los que incentivar el gasto en la ciudad. El respaldo municipal no pasará de 20.000 euros, aunque el concejal de Promoción Económica, Miguel Ángel Adrián, apuntó a los bancos para ampliar esta cifra.

El proyecto no es municipal pero el Ayuntamiento está implicado y el representante del equipo de gobierno señaló a otra puerta a la que llamar: "Hay que pedir la colaboración de las entidades financieras que hasta la fecha no han puesto dinero para la hostelería, comercio, micropymes y minoristas en definitiva". Ahí radica la principal posibilidad para que la campaña se acerque a los 240.000 euros planteados al inicio.

La idea surgió de un frente común formado por las organizaciones empresariales como FAE, Ademe y Cámara de Comercio, junto a los comerciantes de Acecaa y los hosteleros de Altamira. El representante de los bares, Pepe Rey, resalta que el Ayuntamiento negociará con las entidades bancarias y la Cámara de Comercio contactará con las empresas.

El arranque de la campaña está previsto para el último fin de semana de agosto y estaría activa hasta diciembre para salvar "meses muy duros", confiesa Rey. A estas alturas todo depende del montante que se consiga, puesto que un tercio de los vales sería la subvención y el resto los asumiría el cliente. Con esta ayuda pretenden reactivar el consumo y los organizadores correrían con la infraestructura para "lograr que haya dinero circulando por la ciudad". La intención es cerrar todos los detalles la próxima semana y Rey incide en que "no es solo para tiendas de ropa u hostelería, sino que entrarían también peluquerías o ferreterías para abarcar a todo el tejido minorista".

Otra prioridad. Los hosteleros lamentan que la partida del Ayuntamiento se quede corta, puesto que "con esos 20.000 euros no sabemos ni por donde empezar". Rey sostiene que esta "no sería una ayuda para los comercios. El que se beneficia es el ciudadano", ya que con el dinero de los vales resaltan que también se cubrirían necesidades y el gasto repercutirá en la ciudad.

Esta es una postura que se entiende por parte del concejal de Promoción Económica, aunque afirma que la visión del Ayuntamiento es que la ayuda a los ciudadanos sea directa y no a través de bonos al consumo.

Adrián recuerda que la administración local pretende habilitar una nueva subvención dotada con 225.000 euros y destinada a "personas y familias", en especial para auxiliar a la gente que se haya quedado sin trabajo o que ha entrado en un ERTE. Para su aprobación, el equipo de gobierno quiere llevar a la Junta de Portavoces una propuesta con unas bases, y en con esos documentos, negociar el reglamento definitivo. Además lo presentarán también en la mesa de diálogo social, en el que están representados empresarios y sindicatos donde "se daría cuenta", relata Adrián.