La normativa y las limitaciones de aforo impuestas por la COVID-19 han cambiado el sistema de admisión en las piscinas municipales. El Ayuntamiento de Medina, que las abrió el viernes, día 3, comenzó a vender abonos para el Náutico y Miñón el 25 de junio y entonces avanzó que también vendería entradas individuales, pero una vez ha entregado abonos a 500 personas, el aforo máximo permitido en el Náutico, anuncia que ya no se darán más abonos ni entradas individuales para estas instalaciones.

En Miñón, con un aforo de 401 personas, se han abonado 221 usuarios, por lo que quedan 180 plazas para abonos, que si se completan impedirán de nuevo la venta de entradas. Es difícil comparar con la situación del pasado año, porque entonces los abonos familiares para varias personas se contabilizaban como uno solo. Desde Cs consideran que se debería de haber reservado un porcentaje del aforo a la entrada individual o dividir los abonos en mañana y tarde para poder emitir el doble.

Mientras, en Espinosa de los Monteros, que abrió las piscinas el sábado, día 4, la decisión municipal ha sido la de vender solo abonos y suspender las entradas individuales. Ya ha dispensado 286 y si se supera el aforo, planteará fórmulas para que los abonados se repartan en turnos de mañana y tarde.

En Villarcayo, que abrió el miércoles, día 1, el aforo es de 1.106 personas y, de momento, se han vendido abonos a 264. El pasado año se alcanzaron los 879 abonados y el Consistorio ha decidido vender entradas individuales. En las instalaciones del Ayuntamiento tobalinés, en Quintana Martín Galíndez, que abrieron el día 3, se venderán solo entradas, pero los empadronados podrán reservarlas con 24 horas de antelación en la Oficina de Turismo y los no empadronados tendrán que entrar por orden de llegada hasta que se completen las 200 personas de aforo permitido. Mientras, en el Valle de Mena acaban de comenzar a vender abonos, pero no se ha informado aún de la fecha de apertura.