La demanda de alquiler estival se dispara y la venta repunta

A.C.
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Las inmobiliarias de Medina y Villarcayo ven cómo las casas de pueblo viven su mejor momento

La demanda de alquiler estival se dispara y la venta repunta

Las calles mostraban el primer fin de semana completo con libertad de movimientos entre autonomías un volumen de visitantes en la comarca que invitaba a pensar en un verano diferente. Las inmobiliarias de Medina de Pomar y Villarcayo corroboran con sus datos que Las Merindades van a vivir un verano diferente, porque la demanda de alquiler de viviendas para pasar los meses de julio y agosto se ha disparado, en algunos casos, al doble de campañas pasadas. Los chalés o apartamentos ubicados en urbanizaciones con piscina, como Medinabella II o Las Torres en Miñón y las casas de pueblo con jardín son los productos más codiciados por quienes buscan la tranquilidad de la comarca para pasar sus vacaciones. Pero al mismo tiempo son los menos habituales en los escaparates de las inmobiliarias, dado que sus propietarios apuestan mayoritariamente por la venta.

El cambio de hábitos que ha llegado con la pandemia ha incluso elevado la demanda y la compra de viviendas, especialmente para rescatar casas de pueblo con terreno, que llevaban años en venta. También ha habido muchos propietarios que tenían en venta sus casas y este verano las han sacado de las inmobiliarias, porque van a volver a veranear en la comarca después de años sin hacerlo.

Montse Martínez González, de Inmobiliaria Garay, con sedes en Medina de Pomar y Villarcayo, afirma haber alquilado prácticamente todo para julio y agosto y, "si hubiésemos tenido 50 viviendas más, también se habrían alquilado". El desequilibrio entre la demanda y la oferta de inmuebles en alquiler ha llevado a ésta y otras inmobiliarias a proponer a sus clientes que por este verano sacaran sus casas de la venta y las alquilaran con el fin de responder a la avalancha de peticiones, que Martínez asegura, "nos ha desbordado y sorprendido".

Vizcaínos y... burgaleses. En todas las inmobiliarias, los vizcaínos copan la mayoría de las peticiones, pero también han atendido a clientes de Madrid, Álava, Guipúzcoa o Valencia. Los que más han llamado la atención en Inmobiliaria Garay han sido los vecinos de la capital burgalesa, unos clientes prácticamente inexistentes hasta ahora y que han empezado a poner sus ojos en Las Merindades, quizás porque la conocieron cuando solo se podía viajar por el interior de la provincia.

Inmobiliarias como Villahermosa, de Villarcayo, han alquilado todo lo que tenían para este verano. Pero si algo sorprende a su gerente, Fernando Ortiz, es que "hemos empezado muy fuerte a nivel de ventas" con un movimiento muy superior al del pasado año. "Se ve mucho interés en comprar segundas residencias, en la mayoría, para vecinos del País Vasco, pero también en algunos casos para venir a vivir a la comarca", añade.

Jon Andoni San Sebastián, agente de Inmobiliaria Nervión, augura que "agosto vendrá muy fuerte". Según sus cálculos, el mes más veraniego va camino de "doblar el alquiler del año pasado y eso que agosto de 2019 ya fue muy bueno". En su caso, las peticiones para julio no son tantas y como sucede al resto de colegas, los chalés, pisos con jardín o casas de pueblo con terreno han tenido una demanda "terrorífica". Dos de cada tres llamadas o consultas que ha atendido buscaban ese producto, sobre todo, en alquiler. En su caso, admite que "he tenido muchas más consultas en internet que nunca". También este agente inmobiliario está viendo como la venta de casas de pueblo está en auge. "Me están preguntando para comprar por internet una barbaridad", asegura.

Pese al boom del alquiler vacacional, los propietarios han contenido los precios, que son iguales que los del verano pasado y anteriores. En Medina de Pomar se ha podido alquilar para este verano un chalé con piscina por hasta 1.500 euros mensuales y un piso, por 500 en Inmobiliaria Garay. Los precios de Villahermosa, que trabaja especialmente en Villarcayo y su área de influencia, han oscilado entre 800 y 1.000 euros al mes, mientras que los inmuebles de Inmobiliaria Nervión se han movido en el arco de los 650 a 1.000 euros.