6 mujeres coraje se encierran en la residencia de Villasante

A.C.
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La gerente del geriátrico El Mirador y cinco empleadas pasarán la cuarentena sin salir de sus instalaciones desde mañana hasta que concluya la expansión de la epidemia. Su objetivo es proteger al máximo las vidas de sus 26 mayores

Las trabajadoras están dispuestas a realizar el sacrificio de separarse de sus familias durante, al menos, hasta el 12 de abril en que continuará vigente el estado de alarma en todo el país.


Edenia Fernández García es todo fuerza y coraje. Emocionada y con las lágrimas a punto de brotar, como se intuye al otro lado del hilo telefónico, insiste en señalar que «mis medallas son mis trabajadoras». «Valoro muchísimo lo que están sacrificando y sé que, sin ellas, no soy nada», añade Edenia Fernández. La gerente del Grupo Resicare, responsable de la residencia El Mirador, de Villasante de Montija, va a iniciar mañana junto a otras cinco trabajadoras una cuarentena total en el geriátrico para evitar por todos los medios que el COVID-19 se cuele en el centro. Su lema será #yomequedoenlaresidencia.

Las seis profesionales, todas ellas mujeres, vivirán «hasta que todo esto acabe» junto con los 26 residentes de El Mirador. Dormirán en lo que antes era el gimnasio, donde ayer se instalaron camas con colchones y almohadas nuevas y se esterilizó cada uno de los muebles. Será una medida extrema para frenar cualquier posibilidad de que las trabajadoras puedan contagiarse fuera del centro y trasladar el virus a los ancianos.

Antes de iniciar la cuarentena de la plantilla dentro de la residencia, Fernández tenía previsto testar mediante pruebas compradas de su bolsillo si las trabajadoras o cualquiera de los ancianos se habían contagiado. Los test iban a llegar ayer de Estados Unidos, pero el cierre de las fronteras lo ha impedido y lo harán el miércoles próximo desde Alemania. El grupo Resicare ha comprado cien pruebas, 50 para los ancianos y las trabajadoras, y otras 50 que donará a los centros de salud de Las Merindades, para que se pueda hacer pruebas al personal sanitario.

No importa, la gerente de la residencia montijana, que abrió sus puertas en enero de 2019, confía en que toda su plantilla está sana, porque se les ha pedido que guarden todas las medidas de seguridad de manera estricta y se les ha tomado temperatura y analizado diariamente cualquier síntoma, al igual que a los ancianos. El plan sigue adelante y las trabajadoras continuarán, como hasta ahora, utilizando todos los elementos de protección individual, mascarillas, gafas, gorros, guantes, batas...

(Más información, en 40 páginas en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)