Huelga en el sector cárnico tras 11 meses de negociaciones

SPC
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CCOO reclama la retirada "inmediata" de la propuesta de trabajar de forma obligatoria los domingos y los festivos y el incremento salarial de un 3% anual con cláusula vinculada al IPC

Rueda de prensa sobre la huelga prevista en el sector cárnico de Castilla y León. - Foto: Miriam Chacón ICAL

Un total de 12.000 trabajadores del sector de las industrias cárnicas en Castilla y León, repartidos en un millar de empresas, están llamados a la huelga convocada en toda España para los días 25 y 26 de noviembre y entre el 3 y el 8 de diciembre (coincidiendo con el puente de la Constitución), después de once  meses de negociación infructuosa del nuevo convenio colectivo entre los sindicatos y la patronal, en el que apenas se han acercado posturas.

Entre las principales reivindicaciones de los sindicatos, están la retirada "inmediata" de la propuesta de trabajar de forma obligatoria los domingos y los festivos, el incremento salarial de un tres por ciento anual con cláusula vinculada al IPC entre 2021 y 2023, la mejora de los permisos, la reducción de la jornada anual que ahora está en 1.770 horas y una diaria de ocho horas con un máximo de nueve frente a las 11 horas actuales.

El secretario de Estrategias Industriales y Participación Institucional de Industria CCOO en Castilla y León, Miguel Ángel Brezmes, consideró hoy en Valladolid que es de "justicia" que la patronal reconozca el esfuerzo de los trabajadores durante la pandemia del COVID, después de que las empresas hayan aumentado su facturación y sus exportaciones durante el último año y medio.  

Y es que Castilla y León es una potencia en industria cárnica a nivel nacional, hasta el punto que es la segunda en importancia, tras Cataluña, en empleo y facturación. En concreto, la provincia de Salamanca -con la zona de Guijuelo- será la más afectada en las jornadas de los paros de 24 horas, aunque también hay un volumen importante de empresas en Segovia, Ávila y Burgos. Las asambleas realizadas por los representantes de Comisiones Obreras en las principales compañías de la Comunidad han servido para conocer la postura de los empleados de cara a la huelga y se prevé que el respaldo sea mayoritario. A nivel nacional, los paros podrían afectar a 100.000 trabajadores de 2.750 empresas, que facturan 30.000 millones de euros, el 24 por ciento de la industria alimentaria.

En el mismo sentido, se pronunció el secretario autonómico de Organización y Desarrollo Federativo de Industria CCOO, Juan Manuel Ramos, quien consideró que los sindicatos piden "cosas razonables". "No es una carta a los Reyes Magos por que los trabajadores del sector han sido esenciales durante la crisis sanitaria y han permitido que no hubiera desabastecimiento, por lo que pedimos que ese esfuerzo sea reconocido ahora. Debe haber más cultura empresarial y reconocer a las personas que hacen grandes a las empresas", añadió, tras recordar que el sueldo medio de los trabajadores del sector ronda los 1.100 euros. De ahí que la representación de los empleados de las industrias cárnicas también reclame compromisos y medidas concretas para que los ritmos de producción no minen la salud de los trabajadores, al ser un sector que acumula muchas bajas e incapacidades, algunas permanentes por la dureza de los empleos en mataderos. "Los ritmos en las cadenas de producción son frenéticos", aseguró Brezmes a la Agencia Ical.  

Además, una vez que el sector ha desterrado la figura de los falsos autónomos, como ocurrió en Embutidos Rodríguez, por la presión de los sindicatos, CCOO reclama medidas para que las contratas y subcontratas que realicen actividad cárnica apliquen, como mínimo, el convenio estatal de cárnicas. A juicio de Brezmes, es la única manera de evitar el 'dumping' y los desajustes. La negociación con la patronal se agota y hoy se lleva a cabo una reunión en el  Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (Sima) en Madrid. Además, tras casi un año de conversaciones, el convenio actual decaerá en unas semanas, si no hay acuerdo por la ausencia de la ultraactividad de los convenios.  De llegar a esta situación, los 100.000 empleados del sector cárnico en España quedarían bajo el paraguas del Estatuto de los trabajadores, lo que supondría una jornada máxima anual de 1.826 horas, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y permisos reducidos.