"Con algunos materiales sanitarios las pasamos canutas"

H.J.
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El suministro de equipos de protección para el HUBU vivió momentos críticos durante las semanas de mayor presión asistencial aunque nunca llegó a agotarse

Almacén principal en el edificio industrial del complejo hospitalario - Foto: HUBU

El director de Gestión del HUBU, Francisco Gamarra, relata que en el mes de febrero, antes de que la pandemia fuera declarada oficialmente por la OMS pero cuando la dispersión del virus ya empezaba a preocupar a nivel mundial, hicieron un aprovisionamiento "que entonces se consideraba adecuado para un horizonte normal". Nadie se esperaba lo que vino después, que excedió de todo lo conocido a lo largo del último siglo en el conjunto del planeta.

Ya a la vista de lo que teníamos encima, tocó buscar hasta debajo de las piedras no solo los EPI sino también otros elementos como sondas de aspiración o filtros de respiradores para aquellos pacientes que necesitaban unos cuidados intensivos. Pese a las dificultades, el Hospital Universitario logró garantizarse materiales "como para tres meses", algo que también se logró, según reconoce Gamarra, "a base de donaciones de particulares y asociaciones empresariales, por lo que tengo que agradecer a todo el mundo el interés que se ha tomado", recalca.

A medida que avanzaban las semanas empezaron a llegar al rescate los aviones que la Junta de Castilla y León logró traer de China, porque los barcos no podían esperar debido a sus largos tiempos de viaje. Pero tal y como insiste el responsable de Gestión del complejo hospitalario, "la rotura del mercado no solo fue en los EPI sino también en otros materiales como los filtros de los respiradores. Las pasamos francamente canutas", resume.

Hoy el panorama ya no es tan apremiante. "No existen dificultades para el suministro de material de protección excepto en el caso de los guantes, y no porque no se puedan fabricar sino porque no hay suficiente materia prima para toda la población mundial", comenta. Mientras tanto, la gerencia regional de Salud va haciendo acopios y sigue distribuyendo de forma programada.

Se ha llegado a barajar incluso la fórmula ‘just in time’, un método rápido y ágil de suministro que consiste en comprar y gastar las existencias en un espacio de 24 o 48 horas, pero en el caso de un hospital esto conlleva demasiados riesgos, por lo que se ha optado por mantener siempre una reserva. Nunca mejor dicho, más vale prevenir que curar.