Iceta: "Me entrego a esta archidiócesis con todo el corazón"

N.M.J. (Ical)
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En su mensaje se ha acordado de todos aquellos que están atravesando dificultades como consecuencia de la pandemia así como de las víctimas mortales y ha hecho un llamamiento a la esperanza

Mario Iceta toma posesión como arzobispo de Burgos

La Catedral burgalesa acogió hoy la toma de posesión como arzobispo metropolitano de Mario Iceta, el número 50 de la archidiócesis de Burgos, y a la que se entrega con "todo el corazón y el alma". Aseguró que con este nuevo cargo le ha tocado una "dote hermosísima".

En torno a las 10.30 horas, el obispo Mario Iceta llegó a la plaza de Santa María, acompañado del nuncio Bernardito Auza, donde fue recibido por el administrado apostólico, Fidel Herráez. Acompañado de otros prelados entró en la Catedral de Burgos a través de la Puerta Santa del Perdón, donde fue presentado por el nuncio al colegio de consultores y al cabildo catedralicio. De manos del presidente del Cabildo, Pablo González, recibió el agua bendita, con la que roció a los fieles allí congregados.  

El arzobispo electo visitó después la capilla del Santo Cristo de Burgos, donde fue recibido por los niños de la escolanía de los Pueri Cantores, quienes cantaron en euskera el canto 'Quédate aquí, Señor, anochece sin ti'. Después, el arzobispo electo se dirigirá hacia la sacristía mayor, donde fue revestido con los ornamentos sagrados para celebrar la eucaristía.

A las 11 horas dio comienzo la celebración, con una procesión que salió por el claustro alto y se encaminó hacia la nave central. En ella procesionaron los miembros del cabildo, del colegio de consultores, el administrador apostólico, y en el centro el arzobispo electo , presidiendo el nuncio con báculo; mientras, la asamblea entonaba el canto de entrada. Una vez en el presbiterio, el arzobispo emérito y administrador apostólico de la diócesis, Fidel Herráez, dirigió una palabras a los presentes, destacando este "momento en la historia de la Iglesia, donde se hace visible la unidad y la continuidad en la sucesión apostólica".

"Estoy convenido de que esta Iglesia te recibirá y acogerá con la seriedad, sinceridad y fidelidad con que lo sabe hacer el alma castellana, acogida de la que yo he sido testigo y he podido disfrutar", subrayó dirigiéndose al arzobispo electo. Durante su discurso puso en valor la diócesis burgalesa, que destaca por tener el mayor número de beatos de todas las diócesis de España, así como reseñando su labor misionera por todo el mundo.  

En este punto, quiso también reflexionar acerca de los retos que afronta la diócesis burgalesa en esta nueva etapa evangelizadora, como la indiferencia religiosa, la iniciación y transmisión de la fe, el desafío vocacional, el compromiso por la justicia, la interculturalidad, la despoblación y el envejecimiento. "El futuro de esta iglesia contigo animándola y alentándola es muy esperanzador", añadió, señalando que toma este cargo en un "momento privilegiado" dada la celebración del VIII Centenario de la Catedral que celebrará en 2021.  

Bula papal

Tras su intervención fue el turno del nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, en representación del papa Francisco, quien leyó la bula papal, en la que el Sumo Pontífice anima al nuevo arzobispo a que "trabaje incansablemente en la divulgación del Evangelio, con humildad y mansedumbre manteniéndose solícito en guardar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz, a fin de que pueda aumentar la gloria de Dios y el número de los cristianos".  

Durante el acto de toma de posesión, el nuncio invitó al arzobispo electo a sentarse en la Cátedra, para entregarle posteriormente el báculo, significando así la sucesión apostólica y la continuidad pastoral, y tomando así posesión de la Catedral y de la Archidiócesis. Después, el presidente del Cabildo, dos sacerdotes en representación de los presbíteros, dos religiosos en representación de la vida consagrada y una familia representando al pueblo se acercaron a la cátedra para manifestar su obediencia y afecto al nuevo arzobispo.

A partir de este momento, Mario Iceta fue el encargado de presidir la celebración, pronunciando sus primera homilía como arzobispo de Burgos, tras la lectura del evangelio. Sus primeras palabras fueron dirigidas a Fidel Herráez, valorando su "dedicación" y cuidado de la iglesia burgalesa, y recordando su labor al frente de la misma: visitando todas y cada una de las parroquias de la diócesis, preparando el jubileo y el VIII Centenario de la Catedral. "Cuanto tengo que aprender de ti y agradecerte" , afirmó.

Asimismo quiso recordar en su discurso a los enfermos y fallecidos por COVID-19, o que sufren las consecuencias de esta pandemia, como las personas que se encuentran en paro o ERTE, y que afrontan diariamente "grandes dificultades, con la angustia de llegar a fin de mes". "La pandemia nos ha revelado nuestra fragilidad y pequeñez de toda la creación", dijo, pidiendo a la ciudadanía mantener la esperanza, especialmente en este tiempo de Navidad. "Saldremos con alegría, ayudado de la mano del Señor", afirmó. Tras recorrer las naves de la Catedral, saludando y bendiciendo a la asamblea, el nuevo arzobispo dio por finalizado el acto.

Pese a las limitaciones sanitarias por la pandemia del COVID-19, varias autoridades quisieron acercarse hasta el templo burgalés para acompañar a Mario Iceta durante su toma de posesión. Entre ellos, el consejero de la Presidencia de la Junta, Ángel Ibáñez, el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, el subdelegado del Gobierno, Pedro Luis de la Fuente, el delegado territorial de la Junta, Roberto Saiz, el presidente de la Diputación, César Rico, el vicepresidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021, Antonio Méndez Pozo, entre otros.  

Asimismo también acudieron al evento autoridades eclesiásticas como el arzobispo Emérito de Burgos, Fidel Herráez, el nuncio apostólico de España, Bernardito Auza, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, el arzobispo emérito de Jaén, Ramón del Hoyo, el abad de San Pedro de Cardeña, Roberto de la Iglesia, el abad de Santo Domingo de Silos, Lorenzo Maté, entre otros. El aforo estaba limitado al 50 por ciento del templo, sin embargo acudieron alrededor de 250 personas, incluidos miembros del coro y medios .