Una veintena de agentes para evitar los botellones

F.L.D.
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El parque del Parral fue clausurado ayer para evitar que no se produzcan hoy concentraciones. El subdelegado del Gobierno hizo un llamamiento a la responsabilidad de todos. La vigilancia se extiende a las laderas del Castillo y Fuentes Blancas

Una patrulla de la Policía Local frente a uno de los accesos al parque del Parral. - Foto: @PoliciadeBurgos

Más vale prevenir que curar. Esta fue la consigna de las autoridades burgalesas, que no esperaron para cerrar los accesos al parque del Parral para evitar que, a pesar de que los actos con motivo de la festividad del Curpillos se han suspendido, hoy se produzcan aglomeraciones que lo celebren en torno al botellón. La Subdelegación y el Ayuntamiento acordaron un protocolo de seguridad en aras de mantener la normalidad en la ciudad, que todavía sigue en plena desescalada tras el gran brote de covid-19 que ha mantenido a la sociedad casi tres meses confinada. 

Una veintena de agentes tanto de la Policía Local como de la UPR y ‘zetas’ de la Nacional velan porque los jóvenes no se concentren en ningún punto de la ciudad, pero especialmente en el parque donde tradicionalmente se juntan miles de personas en la romería más famosa de la ciudad. Varias patrullas están muy pendientes del recinto, que desde ayer se cerró al público con vallas en todos los accesos. No obstante, hay otros focos de especial control, especialmente en el cinturón verde, las laderas del Castillo y Fuentes Blancas, donde tradicionalmente se suelen producir botellones, aunque han perdido fuerza con motivo de la pandemia. 

En las últimas semanas, sobre todo desde que Burgos entró en la primera fase de la desescalada, grupos de jóvenes se han juntado en estas zonas para beber, aunque lo cierto es que siempre han sido pequeños y escasos y no se puede hablar de grandes masificaciones. Aun así, agentes de la Policía Local llegaron a tramitar una decena de denuncias en los primeros días, aunque fueron casos muy puntuales, como insistieron desde la concejalía de Seguridad Ciudadana. Aun así, se ha mantenido la vigilancia, especialmente en fines de semana, y la cercanía de dos fechas clave como son el Curpillos y San Pedro, que tendría que comenzar el próximo viernes, han obligado a reforzar la presencia de las fuerzas del orden. 

El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, recordó ayer que aunque la provincia está ya en la fase 3 de la desescalada  «sigue en vigor el estado de alarma, con todas sus inherentes actuaciones policiales». Así, advirtió que «todavía vivimos una situación de crisis sanitaria, por lo que ahora no podemos relajarnos». «El Parral no va a dejar de estar presente en nuestro pensamiento», añadió, «sin embargo, la solidaridad y responsabilidad de la ciudadanía ante la presente situación deben marcar esta jornada».